Las organizaciones ambientales piden a los eurodiputados españoles que rechacen el gas y la nuclear como inversiones sostenibles
- El próximo 6 de julio el Parlamento Europeo se pronunciará sobre la propuesta de acto delegado complementario de la taxonomía realizada por la Comisión Europea, que pretende hacer un lavado verde de las inversiones en gas y nuclear.
- La aprobación de este borrador podría suponer un retroceso en la transición energética, más aún en el actual contexto geopolítico de la guerra en Ucrania y la crisis de precios de la energía.
- Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF piden a los eurodiputados españoles que veten esta decisión.
Las cinco principales organizaciones ambientales españolas piden a los eurodiputados españoles que detengan “este sinsentido antes de que sea demasiado tarde” y, en la próxima votación que tendrá lugar esta semana, rechacen el acto delegado complementario de la taxonomía. Algo que ya hicieron las comisiones de Economía y Medio Ambiente del Parlamento Europeo el pasado 14 de junio.
De esta forma se evitará que millones de euros se desvíen de las energías renovables para prolongar la peligrosa dependencia de las importaciones de combustibles fósiles y uranio.
Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF recuerdan a los eurodiputados que deben elegir el camino de la ciencia y proteger la credibilidad de la taxonomía de la UE. Los combustibles fósiles y la energía nuclear no son sostenibles y muchos inversores y bancos han dejado claras sus críticas al respecto.
Para las organizaciones, la decisión de clasificar el gas natural y la energía nuclear como sostenibles pondría en riesgo el liderazgo y el futuro renovable tanto de la Unión Europea como de España. Además, sería un sinsentido en países como España, con sobrecapacidad instalada de ciclos combinados y donde no existe un plan para dar una solución definitiva al depósito de los residuos radiactivos, más aún cuando ninguna comunidad quiere ser un cementerio de desechos tan peligrosos.
La ciudadanía europea no apoya una etiqueta verde de las centrales nucleares ni de gas. De hecho, le resultaría difícil entender que se etiqueten como inversiones sostenibles. Estas energías, además de contaminantes, son más costosas y generan mayor dependencia energética, en lugar de impulsar las energías renovables, un sector donde Europa, y en especial España, tienen un mayor potencial.
Tras la guerra en Ucrania, la ciudadanía considera que la Unión Europea debería acelerar sus planes para alcanzar una transición energética justa y reducir la importación de combustibles fósiles como el gas natural.
Las organizaciones ambientales apuntan: “En esta votación final, el plenario del Parlamento Europeo debe rechazar de nuevo el acto delegado de la taxonomía. De no ser así, se convertiría en ley el lavado verde del gas y la nuclear generando confusión entre los inversores y accionistas, dañando la imagen de las instituciones europeas ante la opinión pública y prolongando la peligrosa dependencia de la UE a las importaciones de combustibles fósiles y uranio”.