José Couso y Julio Anguita Parrado darán nombre a un espacio verde en Madrid
El ayuntamiento nombrará un parque con el nombre de los dos periodistas asesinados mientras cubrían la invasión a Irak en el año 2003.
La ciudad de Madrid homenajeará a los periodistas José Couso Permuy y Julio Anguita Parrado poniendo su nombre a un parque. El ayuntamiento ha aprobado que la zona verde situada entre las calles Doctor Cirajas, José Arcones Gil y la travesía Vázquez de Mella, en el distrito de Ciudad Lineal, popularmente conocida como ‘Parque de los mosquitos’.
José Couso y Julio Anguita Parrado murieron con apena 24 horas de diferencia entre el 7 y el 8 de abril del año 2003, en los primeros momentos de la invasión a Irak llevada a cabo por una coalición internacional liderada por los Estados Unidos.
La iniciativa, propuesta por Ahora Madrid y apoyada por todos los grupos del pleno municipal, aspira a situar un punto de homenaje, no solo para los dos periodistas, sino para todos los profesionales de la comunicación muertos durante el desempeño de su profesión. En el parque, que cuenta con más de 12.200 metros cuadrados de superficie, se instalará así mismo un conjunto escultórico para recordar a los periodistas.
En el mismo, junto a Couso y Anguita, se reflejará a Juan Antonio Rodríguez (1989), fotógrafo de El País abatido en Panamá, o Jordi Pujol Puente, fotógrafo del rotativo Avui que cubría el conflicto de la antigua Yugoslavia, Luis Valtueña, fotógrafo de la Agencia Cover asesinado en Ruanda en 1997 junto a dos cooperantes españoles; Miguel Gil Moren, cámara de televisión que trabajaba para la Agencia Associated Press muerto en el año 2000 mientras cubría el conflicto civil de Sierra Leona; Julio Fuentes, enviado especial del diario El Mundo asesinado en Afganistán en 2001; y Ricardo Ortega, corresponsal en Haití para Antena 3 muerto en el país caribeño en 2004.
La muerte de José Couso, víctima de un disparo deliberado de las tropas norteamericanas contra el Hotel Palestina, donde se alojaban los corresponsales de la prensa internacional, ha sido calificada como crimen de guerra. A pesar de los esfuerzos de su familia por esclarecer los hechos y llevarlos ante la justicia internacional, el caso continúa sin resolución tras quince años de calvario judicial.
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