Adelante Jeréz denuncia las prácticas caciquiles y amenazadoras del actual alcalde de Torrecera con los vecinos críticos con su gestión
Los vecinos de Torrecera muestran gran preocupación por el incremento de actividad que Aqualia empieza a tener en la ELA, conocida por su defensa del agua pública, que invita a pensar que la gestión pública corre peligro.
El alcalde Francisco Javier Arcila “no respeta las críticas de los vecinos, los visita casa por casa y los amenaza” cuando se muestran en desacuerdo con la presencia de Aqualia en Torrecera.
El pasado mes de febrero de 2019 los vecinos de Torrecera estaban de enhorabuena porque recuperaban la paz social en el pueblo tras ganar definitivamente la “guerra” del agua frente a la empresa Aqualia y el Ayuntamiento de Jerez. Sin embargo, después de cuatro años de incansable lucha y tras las elecciones de mayo, el ambiente en el pueblo se ha enrarecido y existe una inquietud generalizada. Y es que el cambio en la alcaldía, presidida ahora el socialista Francisco Javier Arcila, ha traído consigo miedo e incertidumbre entre los vecinos.
Según denuncian los vecinos, Aqualia está actuando “de manera incomprensible” ya que el camión de la multinacional está limpiando las alcantarillas, realizando reparaciones e instalando contadores, lo que no se entiende cuando la gestión directa de este servicio público es una realidad que se ha ganado judicialmente a la multinacional. Además, aseguran retrasos en los cobros del agua y de la facturación periódica. Ante estas prácticas, los torrecereños se muestran muy preocupados porque la lucha que han llevado a cabo durante años para recuperar el servicio público del agua pueda verse tambalear.
La gravedad aumenta al máximo cuando ante dichas críticas vertidas por los vecinos, el actual alcalde, Francisco Javier Arcila “los visita casa por casa para pedirles explicaciones y amenazarlos, exigiéndoles no salir públicamente, ni en las redes sociales ni en ningún medio”, en lugar de responder qué plan tiene para el pueblo y para este servicio. Según los vecinos, existe una inquietud generalizada porque, además de haberse corrido la voz de estos métodos caciquiles propios de la Gestapo, el nuevo alcalde parece haber abierto la puerta de nuevo a que Aqualia se vuelva a instalar en Torrecera. Esta actitud da que pensar que la intención del nuevo alcalde sea buscar “acuerdos entre colegas” con Aqualia “poniendo en peligro la gestión pública del agua, visto que cuando se le pregunta no responde, elude respuestas claras y se limita a decir que está estudiando el tema”.
A juicio del Portavoz del Grupo Municipal de Adelante Jerez, Raúl Ruiz-Berdejo, “Arcila ya fue condenado por amenazar al anterior alcalde y ahora, según denuncian los propios vecinos, se dedica a ir a casa de aquellos que son críticos con su gestión para coaccionarles y amedrentarles, algo propio de otros tiempos a lo que hay que ponerle fin de manera inmediata”.