Por Andalucía celebra que “haya imperado el sentido común” paralizando la Ley de Doñana
- “Es importante desbaratar esa idea falaz de que el progreso económico va por un lado y por otro va el medio ambiente y el cambio climático”, advierte Esperanza Gómez.
La portavoz adjunta de ‘Por Andalucía’ y presidenta de Más País Andalucía, Esperanza Gómez, ha celebrado este miércoles, en rueda de prensa, la decisión del gobierno de Moreno de Bonilla de paralizar o suspender la tramitación al Pleno de la Ley de Doñana, aunque destaca que Andalucía “se podía haber ahorrado el bochorno” ante actores externos como la propia Unión Europea, además “del desprestigio que ha sufrido el fruto rojo de Huelva” como consecuencia del planteamiento de una ley “tan agresiva para el medio ambiente”.
“Por fin ha imperado el sentido común, que el señor Moreno Bonilla se haya dado cuenta de que no podía seguir adelante con la tramitación de esa ley. Nos podíamos haber ahorrado el bochorno que ha supuesto el tratar de una ley que habla de regadíos en una zona que está muriendo y que tiene peligro de convertirse en un secarral. Ha habido problemas en la zona y, además, el desprestigio que ha sufrido el fruto rojo en campañas que hemos visto en otros países de la Unión Europea, que han hecho daños a la reputación de un fruto muy preciado y que deja una gran riqueza en la zona”, sostiene Gómez.
Asimismo, la diputada por Sevilla sostiene que esta ley “no solo era un disparate para nuestro grupo parlamentario”, sino así también lo transmitió desde el principio tanto el Gobierno de la nación, la Unesco, la Comisión Europea, organizaciones ecologistas y, “lo más importante, muchos de los regantes y agricultores que estaban cumpliendo con toda la normativa vigente en materia de agu”.
Por ello, Esperanza Gómez defiende que “es importante desbaratar esa idea falaz de separar progreso económico, por un lado, y medio ambiente, cambio climático, por otro”, ya que si no se cuida el entorno y no se gestionan bien los recursos, en este caso hídricos, que hay en Andalucía, el desarrollo económico “es imposible”.
“Toda la presión turística que tiene la zona e, incluso, todas las explotaciones agrícolas necesitan agua, y una ley como ésta, ni mucho menos, iba a dar agua, sino amnistiar a una serie de agricultores que no iban a contar con más agua de la que hay pero si iban a ser premiados con una actividad desleal con el resto de agricultores de la zona”, manifiesta la parlamentaria.