Parte de la Vía Verde de la Gasolina en Madrid, convertida en un aparcamiento ilegal
ADIF pretende vender al Ayuntamiento de Madrid la parte de la Vía Verde inconclusa por 10 millones de euros, una cifra absolutamente desproporcionada. Desde 2008, año en el que el Ayuntamiento dio por terminadas las obras, esta zona no ha cesado de deteriorarse. La asociación vecinal sugiere al Consistorio que “tome” los terrenos para recuperarlos y frenar su alarmante degradación
Manifestación de protesta. Domingo 6 de noviembre. 12:00. Plaza del Navío-Vía Verde (C/Joaquín Ibarra)
La parte de la Vía Verde de la Gasolina que se encuentra entre las calles Joaquín Ibarra y Carabela es hoy una zona todo menos verde. El terreno, abandonado a su suerte desde hace ocho años, se ha transformado en un enorme aparcamiento ilegal donde estacionan vehículos a motor de los habitantes de este lugar de Barajas. Con objeto de que las administraciones pongan fin a su alarmante deterioro y finalicen de una vez por todas la Vía Verde de la Gasolina, la Asociación Familiar Alonso de Ojeda de Alameda de Osuna (AFAO) ha convocado una manifestación para este domingo, 6 de noviembre, que a las 12:00 arrancará en la Plaza del Navío y, tras recorrer parte del barrio, finalizará en el citado parking irregular.
La entidad vecinal se ha movilizado en innumerables ocasiones y de muy diversas maneras para que ADIF y el Ayuntamiento de la capital logren un acuerdo que permita finalizar la infraestructura. La última, el pasado 18 de junio. Ese día, varias decenas de personas se concentraron a la altura de la estación de Metro Alameda de Osuna.
Hace 25 años, AFAO elaboró un proyecto para transformar en paseo verde el antiguo trazado ferroviario que RENFE usaba para llevar carburante al aeropuerto de Barajas. Las vías dejaron de utilizarse en los setenta y tras muchos años de pelea, la asociación consiguió la aprobación del proyecto “Vía Verde de la Gasolina”, una gran zona de esparcimiento con plazas, juegos para niños y mayores, numerosos espacios ajardinados, parking subterráneos y 630 plazas de aparcamiento en superficie. La mayor parte del proyecto fue construido, pero un sector importante, propiedad de ADIF, quedó a medias, y desde 2008 no ha cesado de degradarse, para preocupación de la vecindad. “Esto supuso una gran frustración, pues como mínimo falta la construcción de dos módulos de parking; encontrar una solución aceptable y pactada para los parking en superficie de los vecinos de la C/ Joaquín Ibarra y, sobre todo, finalizar las aceras, el paseo peatonal, la jardinería y el arbolado de las dos zonas donde estaba previsto que se ubiquen los parking subterráneos”, sostiene la asociación vecinal.
Los habitantes de Barajas no entienden por qué las dos administraciones involucradas no son capaces de ponerse de acuerdo para algo tan sencillo. Tal y como asegura Julián Moreno, presidente de AFAO, en estos momentos “ADIF intenta presionar al Ayuntamiento de Madrid para mejorar su posición en la Operación Chamartín y se niega a traspasar la propiedad de los terrenos de la vía exigiendo por ellos un pago superior a ¡10 millones de euros!. Es vergonzoso”.
Pero la asociación también se queja de la falta de valentía del Consistorio: “a pesar de la buena voluntad de nuestro Ayuntamiento, lleva más de un año dándonos buenas palabras y reconociendo que la razón es de los vecinos; pero es totalmente ineficaz y no se atreve a enfrentarse a ADIF”. Y sugiere que tome literalmente las parcelas de la discordia: “debería hacer uso de estos terrenos y finalizar de una vez por todas la jardinería y el paseo peatonal, hoy inacabados en las dos zonas de los previstos parking subterráneos (el hacer «uso» de unos terrenos para un fin social es perfectamente legal y no va en detrimento de la propiedad jurídica legal de los mismos). A continuación, debería poner en marcha un proceso legal de expropiación de dichos terrenos. Lo máximo que puede ocurrir, es que ADIF lo denuncie”, indica Moreno. En todo este proceso, el ejecutivo local tendría todo el apoyo del vecindario, asegura la asociación vecinal, que nunca aceptará que su “sueño de una vía verde para goce y disfrute de los peatones de todas las edades se trunque y donde deben estar árboles, bancos y jardines, aparquen vehículos a motor”.