Ni palma, ni soja: Ecologistas en Acción exige que se dejen de usar alimentos para fabricar biocombustible
- A pesar del desconocimiento de buena parte de la opinión pública, la industria mundial de los biocombustibles también contribuye al agravamiento de la crisis climática y de biodiversidad.
- En los últimos 10 años el consumo de aceites vegetales de colza, girasol, soja y palma para producir biodiésel ha aumentado un 46 %.
- Ecologistas en Acción lanza un vídeo de animación dentro de su campaña #NoEnMiDepósito (#NotInMyTank).
Los biocombustibles se han promovido como una de las medidas para reducir las emisiones de la quema de combustibles fósiles, pero la realidad es que estos combustibles, cuando se basan en cultivos alimentarios, provocan graves impactos sociales, climáticos y de destrucción de biodiversidad.
Italia, Países Bajos y España elaboraron el 8,5 % de biodiésel de aceite de palma de la producción europea. De todos ellos, España es el mayor productor. En 2019 las refinerías españolas de biocombustibles transformaron 1,76 Mt de aceite de palma en biodiésel.
Por este motivo, se desarrolló la nueva Directiva Europea de Energías Renovables (DER II) que, sin establecer un camino claro para eliminar los biocombustibles basados en cultivos alimentarios, sí ofrece posibilidades para que lo hagan los estados miembros. La directiva apuesta por los biocombustibles avanzados, basados tanto en desechos y residuos como en electricidad renovable y reduce el uso de las materias primas más dañinas.
Solo el biodiésel de aceite de palma se considera insostenible, o de alto riesgo debido a la deforestación que lleva asociado su cultivo en la nueva directiva. Esto significa que el volumen de aceite de palma se congela a partir de 2019 y después, en 2023, se reducirá progresivamente hasta el 0 % en 2030. Sin embargo, una parte de este aceite se podría escapar de la eliminación si se cataloga como de bajo riesgo. Otras materias primas, como la soja, están igualmente ligadas a la deforestación.
Empresas españolas como Repsol apuestan, dentro de su estrategia de biocombustibles avanzados de bajas emisiones, por el hidrobiodiésel o aceites vegetales hidrotratados (hydroprocessed vegetable oil, HVO por sus siglas en inglés). Sin embargo, esta materia no puede ser considerada como sostenible, ya que en España, de acuerdo a la CNMC, el 98 % de HVO se sintetiza a partir de aceite de palma.