César Pérez Navarro •  Actualidad •  05/06/2018

Mariano Rajoy dimite sin reconocer la corrupción y esbozando una dura oposición: «es lo mejor para mi y para el PP, o dicho de otra forma, es lo mejor para el PP y para mi»

El ex-presidente del Gobierno ha comparecido esta mañana desde la sede del PP en la calle Génova para reiterar argumentaciones expuestas durante la moción de censura, interrumpidas de vez en cuando por los aplausos de su grupo.

Tras repasar el argumentario repetido por diversos dirigentes del PP durante los últimos días, ha reivindicado su mandato: "somos el primer partido de España, y lo somos a pesar de los episodios de corrupción".

Mariano Rajoy esboza cómo será la oposición del PP: "tenemos que defender nuestra verdad".

Mariano Rajoy dimite sin reconocer la corrupción y esbozando una dura oposición: «es lo mejor para mi y para el PP, o dicho de otra forma, es lo mejor para el PP y para mi»

Mariano Rajoy ha dimitido hoy aclarando que no será él quien nombre a dedo a su sucedor/a. Lo ha hecho con estas palabras: «durante casi 40 años me he limitado a cumplir con mi deber allí donde el partido me ha pedido que estuviera, y ahora, pienso, que ha llegado el momento de poner el punto final a esta etapa. El PP ha de seguir avanzando y construyendo su historia de servicio a los españoles bajo el liderazgo de otra persona. Lo hago por dos razones: «es lo mejor para mi y para el PP, o dicho de otra forma, es lo mejor para el PP y para mi y creo que también para España, y lo demás no importa nada. Por eso os propongo la pronta celebración de una Junta Directiva Nacional para convocar un Congreso Extraordinario que abra una nueva etapa en nuestro partido con una nueva dirección y con más ilusión que nunca«.

Rajoy seguirá como presidente del PP «hasta el día que elijáis a la persona que me va a sustituir«, ha dicho, prometiendo no llevar a cabo ningún cambio en el partido ni en los grupos parlamentarios, tarea que le encomienda a quien le suceda. A renglón seguido, ha agradecido la lealtad a sus seguidores, momento en el que se le ha quebrado la voz y se ha notado visiblemente emocionado. Tal gesto, ha merecido un largo aplauso por el coro del PP que le rodeaba en la sala del Comité Ejecutivo del partido.

Antes de ello, ha vuelto a enrrocarse en las posiciones tantas veces repetidas para criticar una vez más a Pedro Sánchez y a aquellos que le han apoyado en la moción de censura, y, enseguida, hacer un repaso de su Gobierno alardeando de supuestos logros y sin atisbo de crítica alguna;

«Va a gobernar alguien que ha perdido las elecciones (…) rechazado sistemáticamente por los españoles (…) alguien que no ha ganado las elecciones generales nunca«, ha comenzado, empeñándose en hacer creer a los ciudadanos que en este país funciona un sistema presidencialista en lugar de Parlamentario. No importa cuantas veces se le corrija en sus argumentos. Se trata de encontrar en sus medios afines la mayor difusión a sus palabras y ni medio renglón a las correcciones. Lo cierto, en todo caso, es que la moción que ha hecho presidente a Pedro Sánchez encontró 180 diputados de respaldo y más de doce millones de españoles detras de ellos, cosa que no alcanzó Rajoy hace dos años, cuando fue investido con 170 votos a favor.

Rajoy ha continuado reprochando al líder del PSOE que «haya tenido que hacerse acompañar por los grupos más extremistas de la izquierda populista y por el independentismo más sectario», sentenciando que «el PSOE ha dilapidado toda su herencia«.

De la misma forma, ha insistido en un retrato personalizado para sus más fieles seguidores sobre la realidad actual, hacendo hincapié en que «no son los españoles los que han censurado al PP, sino nuestros adversarios políticos (…) esa es nuestra tranquilidad y nuestra fuerza (…) Los españoles siempre han escogido al PP en los últimos años como primera fuerza».

Para el ex-presidente y ex-líder del PP, el Gobierno del PSOE «nace con una debilidad extrema (…) más inestabilidad, más bloqueo político (…) pero se le tendrá que exigir responsanbilidades también a quien ha apoyado a Sánchez«, y ha cuestionado que Sánchez pueda conseguir una mayoría para gobernar el país, haciendo referencia a una «situación de Cataluña que dista mucho de estar calmada» y a su «fragilidad política».

Las recriminaciones no se han quedado ahí. Rajoy ha recordado que ofreció al PSOE un Gobierno al estilo alemán, con el bipartidismo unido como una única fuerza: «el PP planteó una mayoría estable, para construir, capaz de pactar reformas que hubieran perdurado en el tiempo. Ofrecimos al PSOE lo que hoy sucede en Alemania. No se aceptó porque el señor Sánchez nunca renunció a la idea del Gobierno Frankenstein«.

La manipulaciones y mentiras sobre la sentencia de la Gürtel son una «postverdad».

«Todas las manipulaciones y mentiras sobre la sentencia del caso Gürtel no son más que eso». Con estas palabras ha iniciado Rajoy su «análisis» de la corrupción en su partido. «Si se define la posverdad como la distorsión deliberada de una realidad con el fin de crear y de modelar la opinión pública e influir en las actitudes sociales, y en la que los hechos tienen menos influencia que las emociones o las opiniones, habrá que convenir que hemos asistido a un ejemplo insuperable de este fenómeno».

«Ni el PP fue condenado penalmente por Gürtel [cosa que era imposible antes de 2010 para partidos políticos por la propia legislación vigente], ni el Gobierno del PP tenía relación alguna con el caso, y por eso no solo no fue condenado sino que ni siquiera fue juzgado, ni se habían eludido las responsablilidades políticas», ha vuelto a repetir como un matra, mintiendo de nuevo de la misma manera que cuando afirmaba con la misma rotundidad que todo era una «trama contra el PP».

En el capítulo sobre la corrupción tampoco ha conseguido reconocer absolutamente nada: «El PP ha actuado, y ha apartado a toda la gente implicada en casos de corrupción. Lo que no hemos hecho es ponerme a la orden de los inquisidores. He defendido de la mejor manera que he sabido mi honorabilidad y la de este partido. He asumido mis errores y también los que no eran míos». 

Reproches también contra Ciudadanos

«Ningún Gobierno ha tenido que enfrentarse a una situación de independencia en Cataluña (…) Hemos impedido a Puigdemont volver a ser presidente de la Comunidad (…) ¿Hemos podido cometer errores? probablemente, pero el balance es positivo (…) Hay quienes dicen que en un reto semejante lo hubieran hecho infinitamente mejor. Me estoy refiriendo a Ciudadanos». A este partido lo acusa el ex-presidente de utilizar su victoria en Catañluña para «generar inestabilidad en Madrid».

Alardes sobre su gestión en la economía

«¿Y qué decir de la economía? ¿Os acordáis de la prima de riesgo? ¿Quién puede decir que España esta pero que cuando llegamos? ¿Es que no salen a la calle?». El capítulo en el que ha hehco un repaso de la economía sin mencionar la precariedad laboral, la galopante deuda externa, el progresivo desmantelamiento de los servicios públicos… Después ha hecho una comparación entre la situación macroeconómica en 2011 y el momento actual, ofreciendo grandes cifras que tampoco cambian en el resto de Europa tras un contexto global favorable en cuanto a cuestiones tan decisivas como el bajo precio del petróleo o los bajos tipos de interés mantenidos durante los últimos años por el BCE. 

«Ahora lo que toca es mirar al futuro. Seguimos siendo el primer partido de España, hemos ganado las tres últimas elecciones.No hay ningún motivo para el desánimo. Tenemos que defender nuestra gestión de la tarea de demolición que ya se nos ha anunciado. Tenemos que defender nuestra obra. Evitar que dejen a España en caída libre. Tenemos que defender nuestra verdad…»


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