IU vincula el debate de financiación autonómica al plano local y condiciona su voluntad de acuerdo a la mejora de los servicios públicos

Vincular el debate de financiación autonómica a las administraciones locales y al sostenimiento de los servicios públicos a partir de la mejora de las condiciones de los trabajadores. Éste es el punto de partida que el coordinador general de IU, Antonio Maíllo, ha establecido en su encuentro con la presidenta de la Junta, Susana Díaz, en la ronda que ha mantenido con los grupos parlamentarios. El líder andaluz de IU ha mostrado la voluntad de acuerdo de su grupo siempre y cuando el Gobierno no caiga en “contradicciones” y el debate aglutine tanto a los grupos políticos como a la sociedad civil.

Maíllo ha lamentado que el de hoy haya sido el primer encuentro mantenido con Díaz, “que ha tenido abandonada Andalucía durante dos años”, desde inicios de la legislatura. El portavoz parlamentario de IU ha exigido que, puesto que “llevamos dos años de retraso”, el grupo de trabajo que va a crearse en esta materia “sea ágil y no haya tácticas de retraso”. IU ha defendido que el sistema de financiación de los servicios públicos está directamente relacionado con la concepción que se tiene de estos, por lo que “los costes y la valoración de los servicios públicos tiene que determinarse a partir de unas condiciones laborales dignas de quienes los sostienen, que son los trabajadores”.

Maíllo, que ha asegurado que entre las propuestas que le ha presentado Díaz algunas “son muy generalistas”, ha pedido que el debate que se inicia sea integral y cuente con el liderazgo de la sociedad civil, permitiendo que Andalucía “sea protagonista de un debate territorial del que ahora mismo está fuera”. En este sentido, el coordinador de IU ha declarado que “Andalucía tiene que ser la voz que solape el debate perverso que existe entre Madrid-Barcelona”. El coordinador andaluz de la colación de izquierdas ha recordado que IU, desde el inicio de la legislatura, ha defendido una revisión global del sistema fiscal frente a un debate “cojo”, que ahonda únicamente en unos impuestos concretos y agujerea éste.