Europa Laica: la laicidad y la libertad de conciencia deben formar parte de las medidas a tomar para una plena convivencia democrática
Europa Laica celebra el 9 de diciembre el día internacional del laicismo y la libertad de conciencia, denunciando la vulneración de la libertad de conciencia en muchos países y las carencias en laicidad del estado en nuestro país. En su comunicado exigen: derogación de los acuerdos de 1979 con la Santa Sede, una escuela pública y laica, libre de adoctrinamiento religioso, suprimir los privilegios económicos de la Iglesia Católica y promulgar una ley de libertad de conciencia.
Europa Laica celebra el 9 de diciembre el día internacional del laicismo y la libertad de conciencia
Una fecha en conmemoración de otras de hondo significado y reconocimiento en favor
de la laicidad del Estado. Así, el 9 de diciembre de 1905 se aprobó en Francia la Ley de Separación
de las Iglesias y el Estado que supuso un hito mundial en la laicidad de las instituciones. Ese mismo
día pero del año 1931 se aprobó la Constitución de la Segunda República Española, ley de leyes de
inequívoco carácter laico. También, en día inmediato posterior, el 10 de diciembre pero de 1948, la
ONU proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos que afirma el derecho a la libertad de
conciencia.
El colectivo afirma, en su comunicado, que este año es necesario resaltar el avance de millones de mujeres
movilizadas por la igualdad de derechos, contestando a la intromisión de las iglesias. En muchos
lugares, esta lucha ha costado procesamiento, represión y exilio a cientos de mujeres, como en
Arabia Saudí, donde jóvenes mujeres han sufrido estas consecuencias por exigir derechos y pedir,
entre otros, el fin de los matrimonios forzados y de la tutela masculina.
También perviven conflictos políticos y de intereses internacionales que se disfrazan como conflictos
religiosos para utilizar como elemento de polarización y de enfrentamientos fanáticos (caso de
Nigeria o Yemen). En otros Estados (Egipto, Turquía o Israel) se han sufrido retrocesos en sus
legislaciones laicas tendiendo hacia cada vez más confesionalismo.
En Sudamérica denuncian y condenan la utilización de la religión en el ascenso de
políticas fascistas que violan la libertad de conciencia, como en Brasil, donde los fundamentalistas
evangélicos han sido premiados con carteras ministeriales en la Educación o la Asistencia Social, o
donde sectas religiosas han entrado al asalto del presupuesto público en ciudades como Río de
Janeiro.
O el caso de Bolivia donde la religión católica y evangélica han sido parte de un golpe de Estado
promovido por la oligarquía local y los intereses geoestratégicos en contra de la mayoría de la
población indígena que en los últimos años ha tenido avances impresionantes en materia de
igualdad, derechos políticos y sociales y libertad de conciencia.
También este año condenan las gravísimas violaciones a la libertad de expresión en
el mundo, también en nuestro país. Particularmente, el caso de Julián Assange, donde el Estado de
Ecuador ha violado los derechos de refugio y lo ha entregado a la justicia inglesa, que debe decidir
sobre su extradición a EEUU, donde su integridad corre peligro.
En Europa, desgraciadamente están en ascenso fuerzas políticas ultraconservadoras que se
proclaman abiertamente confesionales como el Partido de la Justicia en Polonia, actualmente en el
gobierno, o el partido de la Unión Cívica de Víktor Orban en Hungría que, en alianza con la
Democracia Cristiana, imponen legislaciones contra la libertad de conciencia y la igualdad. Medidas
que están arropadas por potentes lobbies ultraconservadores de tipo confesional y otros que andan
por las instituciones europeas tratando de imponer y condicionar la libertad de conciencia de las
personas y la creciente secularización de la sociedad.
O como con el desafortunado incendio de la catedral de Norte Dame en París que ha sido la excusa
para que sectores conservadores de todo el continente hayan querido vincular la identidad de
Europa con el cristianismo (recaudando más de 900 millones de euros para su reconstrucción).
Afirman que el ascenso del partido VOX de extrema derecha ha venido asociado a la
movilización de los llamados movimientos populares católicos, como las sectas neocatecomunales
(los ”kikos”) u organizaciones como Hazte Oír que lo han encumbrado como tercera fuerza en el
Congreso y la primera en Murcia, con planteamientos programáticos que confrontan con la igualdad
y otros valores democráticos. No ajeno a este ascenso electoral del fascismo ultracatólico es la
utilización de las banderas, patriotismos y discursos baratos e irracionales que propugnan y
justifican el uso de la fuerza sobre el dialogo en la resolución de conflictos políticos como el catalán.
Continúan diciendo que la vulneración de la laicidad y el respeto también se muestra a otros niveles del
Estado como cuando el actual Alcalde de Madrid, al igual que sus antecesores, sigue promoviendo la
invasión de simbología religiosa en la institución local, como sucede, entre otros, el día de la Virgen
de la Almudena ofreciendo en ceremonia litúrgica el Voto de la Villa “en nombre de los madrileños,
[cuya] devoción por Vos es milenaria”. Una vulneración que está también a la orden del día por
parte de multitud de alcaldes y corporaciones por toda la geografía en cantidad de actos y
declaraciones que contradicen incluso la aconfesionalidad constitucional.
Europa Laica declara que, gobierne quien gobierne el resultado del pasado 10-N, la laicidad y la
libertad de conciencia deben formar parte de las medidas a tomar para una plena
convivencia democrática, superando los atrasos y la pasividad e incumplimientos existentes.
En este sentido, Europa Laica reclama la denuncia y derogación de los Acuerdos de 1979 con la
Santa Sede, y los de 1992 con otras confesiones, como exigencia inexcusable que harán cumplir
al estar incluida en los programas electorales del PSOE y de Unidas Podemos. Del mismo modo,
reclaman la prioridad de una escuela pública y laica, libre de adoctrinamientos religiosos o de
cualquier tipo, como forma de superar la desigualdad que genera un sistema educativo de conciertos
con la escuela católica financiado por el erario público. También, suprimir los privilegios
económicos y fiscales que disfruta la iglesia católica, así como promulgar una Ley de Libertad
de Conciencia que dé cobertura a estas y otras medidas necesarias.
Por último, Europa Laica aprovecha esta declaración para reiterar el apoyo al joven cordobés Héctor
Sánchez que lleva más de dos años comprometido con la libertad de conciencia exigiendo, pese a
los oídos sordos que hace la Alta inspección educativa del Estado y el gobierno andaluz, que los
símbolos religiosos sean retirados de las aulas de su colegio público en la localidad de Dos Torres,
sirviendo de ejemplo de lucha por un sistema educativo público y laico.