La FRAVM, ante el la huelga feminista del 8-M: ni un paso atrás en la lucha por la igualdad
- Desde hace días las asociaciones vecinales promueven en sus barrios todo tipo de actos de apoyo a la movilización, desde pasacalles y talleres a la organización de “puntos de cuidados” para la jornada del viernes.
- La FRAVM anima a la ciudadanía a volcarse en la protesta, que este año se produce tras el preocupante auge de discursos contra el feminismo y los derechos de las mujeres.
- La federación recuerda avances en el movimiento vecinal en el último año como la creación de una red estatal de Mujeres Vecinales o la aprobación del Plan de Igualdad de la FRAVM.
- Hoy hace públicos los datos de una consulta interna que revela la brecha de género existente en el movimiento vecinal madrileño: las mujeres ocupan solo el 31,3% de las presidencias de las 281 asociaciones de la FRAVM.
Madrid, 6 de marzo de 2019. Como hiciera el año pasado, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), que agrupa a 281 entidades de la comunidad autónoma, apoya sin reservas la huelga feminista del próximo 8 de marzo y anima a la ciudadanía madrileña a secundarla en los cuatro ejes que propone el movimiento feminista: laboral, consumo, cuidados y educación. Desde hace días, buena parte de sus asociaciones federadas promueve todo tipo de actividades en sus barrios y municipios para que la movilización sea tan exitosa como la del año pasado. Actos que van desde pasacalles, asambleas informativas y talleres hasta la organización de “puntos de cuidados” en sus locales para la jornada del día 8.
Lamentablemente, en los últimos doce meses muy pocas cosas han cambiado, y las razones que llevaron a millones de mujeres a secundar el paro y salir a la calle en todo el mundo en 2018 siguen estando hoy vigentes. La violencia contra las mujeres es una lacra cotidiana que, en su forma más extrema, el año pasado se cobró 48 mujeres asesinadas en España, dejando un rastro de 39 niños y niñas huérfanos por esta barbarie. La desigualdad en el ámbito laboral y en el de los cuidados apenas ha disminuido. Las trabajadoras madrileñas cobran, de media, un 26,6% menos que sus compañeros varones, y las pensionistas, un 31,5% menos que los jubilados hombres. La brecha de género es aún más aguda en los puestos de dirección de empresas, organizaciones (incluidas las asociaciones vecinales) y la propia Administración. Las tareas reproductivas, de cuidado de personas dependientes, continúan recayendo de manera mayoritaria en las mujeres, casi siempre sin remunerar. En este ámbito, son las mujeres migrantes las se hallan en una situación de mayor desigualdad y vulnerabilidad. No en vano, el movimiento feminista ha puesto el acento en este año en la denuncia de este hecho.
“Si bien el 8 de marzo de 2018 fue un hito en la lucha por la visibilización de las múltiples violencias que tienen lugar en nuestros barrios y que afectan de manera directa a nuestras vecinas más cercanas, estas violencias, así como la brecha salarial, el techo de cristal que nos impide progresar en el mundo académico y laboral, la doble jornada (dentro y fuera del hogar)…siguen estando muy presentes”, afirma Silvia González, de la directiva de la FRAVM. Es más, “afrontamos este 2019 como un gran reto ante la irrupción de posicionamientos ultraconservadores en el panorama político que ponen en peligro avances en igualdad que parecían consolidados”, remacha. El pasado mes de enero, la FRAVM hizo público un comunicado en el que dejó claro que “cualquier posicionamiento partidista que proponga políticas machistas, insolidarias, racistas, xenófobas, homófobas, clasistas, discriminatorias o de cualquier tipo que vayan en contra de los logros sociales que hemos conquistado con gran esfuerzo en todos estos años, será rechazado por el movimiento ciudadano”.
Red estatal de Mujeres Vecinales
La amenaza de la ultraderecha y de la normalización de ciertos discursos machistas y ultramontanos, o directamente antifeministas, han puesto en alerta al movimiento vecinal en todo el Estado, que el pasado 27 de enero constituyó una “red estatal de mujeres vecinales”. Ese día, representantes de colectivos de barrio, federaciones y confederaciones vecinales de nueve comunidades autónomas acordaron en Zaragoza la creación del nuevo espacio de encuentro y coordinación. Lo hicieron en el marco del I Encuentro Estatal de Mujeres Vecinales, un cónclave histórico de la Confederación Estatal de Asociaciones Vecinales (CEAV) en el que se también se acordó impulsar la huelga feminista de este viernes. “Sin duda, la unidad de las mujeres de las distintas federaciones y confederaciones traerá un importante avance en la difusión del feminismo, imprescindible para los tiempos que hemos de afrontar”, asegura Silvia González.
Desde esta tarde y hasta el 8-M, la CEAV, que agrupa a once confederaciones autonómicas, más de cien federaciones locales y más de 3.000 asociaciones vecinales usará el HT #MujeresVecinalesHuelga8M para difundir los actos de apoyo a la movilización.
La brecha de género en el movimiento vecinal madrileño
2018 fue un año crucial para avanzar en la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres, también en la FRAVM. Así, en el mes de julio la entidad aprobó su propio Plan de Igualdad, consolidando una línea de trabajo que, si bien ha estado siempre presente de manera transversal en la federación, desde la desaparición de la organización Mujeres Vecinales, hace unas dos décadas, “no tenía un encaje específico en nuestras comisiones de trabajo”, indica González. En el marco del Plan de Igualdad, la FRAVM ha aprobado importantes documentos que ahora rigen su día a día, como un “Protocolo de prevención del acoso acoso sexual”, un “plan de conciliación” laboral y un “Protocolo de lenguaje inclusivo”.
Además, hace unos meses lanzó una encuesta entre sus asociaciones vecinales, cuyos resultados, que hoy damos a conocer, reflejan la persistencia de una importante brecha de género en las tareas de dirección y representación. Así, las mujeres ocupan únicamente el 31,3% de las presidencias de los colectivos de la FRAVM, y el 34,5% de las vicepresidencias, que son los puestos más públicos y de mayor poder. El porcentaje de mujeres es mayor en los otros dos cargos habituales de las juntas directivas de las asociaciones, secretaría y tesorería, puestos esenciales pero menos “vistosos”. El 46,6% de los cargos de secretaría están ocupados por mujeres, así como el 37,4% de los de tesorería.
Según la consulta, el 51,5% de las asociaciones vecinales participantes asegura que tiene en cuenta en enfoque de género a la hora de componer sus direcciones, pero solo el 18% ha designado una persona o comisión para impulsar “específicamente temas de género”. Si hablamos de las labores de portavocía, el 40,6% declara que son asumidas “indistintamente por hombres o mujeres” y el 31% solo por mujeres. Otro de los aspectos positivos que ha desvelado la encuesta es que la mayoría de las asociaciones aplica el enfoque de género en sus comunicaciones internas y externas: el 48,5% lo hace “siempre” y el 24,2%, “casi siempre”.
La FRAVM es consciente de que aún quedan muchas cosas por cambiar en materia de género en sus entidades, empezando por la propia denominación de las asociaciones. El 51,5% de las 67 entidades que han participado en la consulta siguen estando registradas como “asociaciones de vecinos” en vez de “vecinales” y, lo que es peor, el 64,7% manifiesta que “no tiene previsto” realizar ese cambio.
En el plano de la conciliación, el 66,7% de las asociaciones carece de “medidas específicas que faciliten la participación de las mujeres que tengan responsabilidades familiares en las actividades o reuniones” de sus entidades, lo que sin duda redunda en una participación desigual.
Más preocupante aún, el 93,9% de las asociaciones asegura no tener un protocolo claro a la hora de “reaccionar ante mensajes, comportamientos, actitudes o situaciones sexistas u homófobas dentro de la organización”, lo que no quita para que “siempre actúen de algún u otro modo”.
Como vemos, el camino a recorrer es aún largo. “Lo importante es que no nos quedamos paradas y demos pasos, dentro y fuera de nuestras asociaciones, para avanzar en una igualdad real entre vecinos y vecinas”, subraya la portavoz de la FRAVM.