Centros “de difícil cobertura”, “con dificultades” o “caídos”: Carabanchel defiende su Sanidad Pública
- Diferentes nombres para reflejar una misma realidad: centros de salud de Atención Primaria en los que faltan más de un 20% de médicos de familia y de pediatras. Al menos 22 centros en los que, según el principal sindicato de médicos y médicas de Madrid la “situación es crítica por la grave falta” de facultativos y facultativas de familia y pediatras.
En Abrantes y en Carabanchel no podemos más que estar plenamente identificados con este diagnóstico de la situación de muchos de estos consultorios: tres (el de Abrantes, el de Carabanchel Alto y el de Nuestra Señora de Fátima) de los 8 centros de salud que hay en el distrito de Carabanchel están entre los calificados como “caídos”.
La situación actual del centro de salud Abrantes, que atiende a un barrio de 30.000 personases un caso especialmente sangrante de los efectos de los recortes en la Atención Primaria y en la sanidad pública.
El de Abrantes, desde luego destaca por su abandono y falta de recursos: la semana pasada tenía 8 médicos de familia cuando sobre el papel debería tener 17. Y dos pediatras cuando debería tener cuatro. Y no hay ningún pediatra en el turno de tarde.
A finales de febrero se celebraba una nueva Mesa Sectorial de la Sanidad madrileña, espacio en el que la administración autonómica madrileña se reúne con seis de los sindicatos con mayor representación. En esta reunión la situación de los ‘centros de difícil cobertura’ volvió a abordarse. Según el resumen público que de dicha reunión hizo la principal organización de médicos y médicas de Madrid, “El Director General de Recursos Humanos en el tema de los centros de difícil cobertura sí refiere que van a abordarlo, pero como hay medidas que dependen de Hacienda no quieren destacarlas ahora mismo”.
Y ahí reside precisamente el problema: que la sanidad madrileña, la sanidad de la comunidad “más rica de España” como le gusta recordar a los y las responsables del gobierno regional, se gestiona no con criterios sanitarios y ni de salud sino con criterios políticos de ahorro y recortes. Y la Atención Primaria, el “primer nivel asistencial”, la base del sistema sanitario es la más afectada por esta política de recortes ya que sigue siendo el nivel más infrafinanciado de una sanidad con presupuestos ya escasos.
Según el estudio ‘La Atención Primaria en las CCAA. VIº Informe’ hecho público la semana pasada por las Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública, “el presupuesto y el gasto son evidentemente una muestra de la importancia que las administraciones, en este caso las sanitarias, dan a cualquier tema. Se pueden hacer muchas prédicas sobre la relevancia de tal o cual aspecto de la atención sanitaria, pero si no existe una concreción presupuestaria sabemos que se trata de pura palabrería, sin otro objetivo que distraer a la opinión pública”. Pues según detalla dicho informe, el porcentaje del gasto sanitario público destinado a la Atención Primaria en Madrid para 2023 y 2024 disminuyó del 10,73% al 10,03%. Obviamente, muy lejos del objetivo del 25% que reclama la Organización Mundial de la Salud (OMS) sea destinado a la Atención Primaria.
Si consideramos el presupuesto por habitante, Madrid evidencia una disminución: si en 2023 esta Comunidad presupuestó 155,02€ per cápita a la Atención Primaria, un año más tarde ha previsto 150,09€ de gasto. La media de esta gasto para el conjunto de las Comunidades Autonómicas es de 287,40 siendo Madrid la que menos le dedica. Esta insuficiencia financiera se trasladara de manera casi inevitable a un empeoramiento de la misma. Por eso la Atención Primaria en Madrid está en riesgo.
Sin embargo hay que destacar que la situación de la Sanidad Pública y sobre todo de la Atención Primaria no es la misma según el barrio y la zona de la región: de la veintena de centros de salud “caídos” todos están en barrios y localidades de clases trabajadoras y populares, y ninguno está en la zona norte. Es un enorme contraste ya que los centros de salud de las zona Norte no sufren las enormes carencias que afrontamos aquí. Este hecho supone una marcada e injustificable discriminación hacía nosotros y nosotras que vulnera el principio básico de igualdad.
Por ello, este jueves 7 de marzo llamamos a todo el vecindario de Carabanchel a unirse en una nueva protesta contra el cierre del Centro de Salud de Abrantes y en defensa de la sanidad pública y la Atención Primaria de calidad que merecemos.
Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud.