Redacción •  Actualidad •  06/11/2024

Indignación en redes tras hallarse en el cauce de un barranco una rehala de perros arrasada por la DANA

  • PACMA critica la práctica habitual del colectivo de cazadores de construir jaulas y zulos para encerrar y atar perros en los cauces de los barrancos, exponiéndolos a peligros.
Indignación en redes tras hallarse en el cauce de un barranco una rehala de perros arrasada por la DANA

Valencia, 6 de noviembre de 2024 – Las redes sociales han vuelto a arder contra la caza a comienzos de esta semana. Lo han hecho después de que varias entidades de protección animal y el propio Partido Animalista PACMA publicasen las fotos y vídeos de los restos de una rehala de perros de caza que fue totalmente arrasada al paso de la DANA.

En esta ocasión, el reproche no es el fallecimiento de los animales en sí, sino el hecho de que sus muertes fuesen consecuencia de la «irresponsabilidad» de construir jaulas para encerrarles en el cauce de un barranco.

Se trata de una práctica habitual en el colectivo de cazadores: habilitar cheniles, jaulas, casetas y zulos para atar y encerrar a los animales en zonas aisladas, usualmente en cauces de barrancos y cuevas, lo cual supone una muerte asegurada en el caso de riadas que no necesariamente tienen que ser tan masivas como la del pasado 29 de octubre.

Las imágenes publicadas, que pueden encontrarse en las redes sociales de PACMA, muestran concretamente los cadáveres, ya en descomposición, de dos perros de raza podenco. Uno de ellos, una hembra, yace tumbada a los pies de una montaña de escombros, y el otro, retorcido entre los restos de lo que, días atrás, fue su jaula.

Desde PACMA afirman que varios cadáveres habían sido ya retirados en días previos, ya que el entorno había sido visitado por más personas que dieron la voz de alarma y los habían contabilizado.

La formación política también explica que, según información recibida en la zona afectada, en los días posteriores a la tragedia, uno de los perros supervivientes fue devuelto a uno de los cheniles destrozados con el objetivo de atraer a los otros animales desaparecidos, incluso cuando aún Valencia seguía en alerta por lluvias.

La zona está frecuentada por equipos de búsqueda tanto de personas como de animales. El Barranco o Rambla del Poyo, fue totalmente devastado por un caudal de agua proveniente de cotas más altas, dejando como resultado kilómetros de fango, restos de basura y cultivos inservibles.

Desde PACMA apelan a la responsabilidad del cazador respecto a la muerte de estos animales por ubicarlos en un área donde no se deberían realizar construcciones, enjaular o atar a seres vivos. «Esto es consecuencia directa de la negligencia del propietario, que instaló a los perros en un cauce de barranco, en una zona altamente vulnerable a inundaciones, sin ningún tipo de supervisión ni condiciones de seguridad».

Desde PACMA exigen responsabilidades al cazador por haber puesto en riesgo las vidas de estos perros y no haberlos trasladado a pesar de la alerta por lluvias, y piden al colectivo de cazadores que «no coloquen a los perros en cualquier parte»: «No es aceptable que animales indefensos queden expuestos a la intemperie, en lugares donde las condiciones climáticas o las inundaciones pueden costarles la vida», explica el presidente nacional del Partido Animalista, Javier Luna.


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