En defensa de la Sanidad Pública, nueva manifestación en Carabanchel

Para el barrio de Abrantes, en el distrito de Carabanchel, cuyo centro de salud es uno de los más abandonados por la comunidad de Madrid, estos traslados significaban una nueva incógnita: no sabíamos con cuantos médicos y médicas de familia iba a quedarse el consultorio. Sabíamos que entre 5 y 6 de los médicos de familia y 2 de los pediatras de la ya muy mermada plantilla del centro, además de varias enfermeras y administrativos, habían pedido el traslado. Pero ¿cuántos vendrían? ¿llegarían suficientes sustitutos y sustitutas? ¿habría bastantes relevos o nos quedaríamos con aún menos profesionales?

Transcurridos unos días de estos cambios, ya tenemos una idea de cual ha sido el resultado de este proceso de traslados: nos quedamos más o menos igual, pero el turno de tarde sale definitivamente tocado y hundido. Por la mañana han llegado entre 5 y 6 médicos y médicas de familia y un pediatra. Ese turno queda por lo tanto más o menos igual, con una ligera mejora por ahora y es que entre las médicas que habían pedido el traslado había una que estaba de baja desde hacía tiempo. Su sustituta sí que está atendiendo y eso representa una pequeña mejora en la atención médica por la mañana. La sensación es un poco mejor, pero el centro de salud continua mal.

El turno de tarde queda solo con una medica. Y además se queda sin pediatra, excepto algún día suelto, que venga algún refuerzo a atender esas 4 horas extras que algunos profesionales aceptan añadir a sus jornadas… pero sin ninguna continuidad, ya que prolongan esas 4 horas cuando les viene bien. El pediatra que estaba por las tardes pidió el traslado y no ha venido ningún sustituto o sustituta.

Hemos perdido un pediatra y ganado un médico….de momento. La situación del centro no ha mejorado si sigue teniendo sólo 7 médicos de familia cuando teóricamente este consultorio debería contar con 17 profesionales. El abandono crónico por parte de la Consejería de Sanidad ha llevado a que no exista un turno médico de tarde como tal en el centro.

La situación actual de este centro de salud es un caso especialmente sangrante de los efectos de los recortes en la Atención Primaria y en la sanidad pública: tiene ahora menos de un 40% de médicas/os de familia que hace cuatro años (insistimos este consultorio tiene sobre el papel 17 plazas de facultativos). Desde finales del pasado noviembre, el centro de salud absolutamente colapsado por falta de recursos, ya no daba cita con los médicos de familia: sus agendas hasta finales de enero estaban ya llenas y las siguientes agendas todavía no están abiertas. Así que desde durante más de dos meses, si alguien de este barrio de más de 30.000 personas tenía una necesidad médica que no pudiera esperar dos meses a ser atendida, no tenía más remedio que recurrir a las urgencias. O ir a otro centro de salud a ver si algún médico podía atenderle.

El pasado 1 de febrero, al poco de abrirse las agendas, había ya que esperar 20 días para tener una cita médica.

Los vecinos y vecinas del barrio de Abrantes y de Carabanchel, llevamos más de tres años de manifestaciones constantes – empezamos en septiembre de 2020- , además de realizar todo otro tipo de protestas, para denunciar la situación de abandono de nuestro centro de salud. Cabe destacar que el pasado 13 de diciembre estuvimos encerrados durante tres días en el despacho de la Gerente Adjunta de Atención Primaria reclamando soluciones.

Tres de los 8 centros de salud de Carabanchel están entre los calificados como “caídos” por el principal sindicato de médicos y médicas de Madrid. El de Abrantes, junto al de Carabanchel Alto o Nuestra Señora de Fátima están entre los 18 centros de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid donde la “situación es crítica por la grave falta de médicos de familia y pediatras”.

El abandono por parte de la Consejería de Sanidad de los centros de salud de Carabanchel es innegable y es innegable su desprecio por el bienestar y las necesidades de los vecinos y vecinas que precisan atención sanitaria. Consideramos inadmisible la situación porque en la práctica se niega el derecho a la atención primaria a las personas que tienen estos centros de salud como centro de referencia. Y con la negación del acceso a la Atención Primaria, que es la puerta de entrada al sistema sanitario, se nos niega el acceso a la salud. Es una negación de un derecho fundamental para las personas afectadas.

Esta situación contrasta con la que se da en otros centros de salud de las zona Norte de Madrid que no sufren las enormes carencias que afrontamos aquí. Este hecho supone una marcada e injustificable discriminación hacía nosotros y nosotras que vulnera el principio básico de igualdad.

Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud.