8M: Ecologistas en Acción de Extremadura reivindica la rebeldía con causa ecofeminista

Desde el Área de Ecofeminismo de Ecologistas en Acción de Extremadura queremos aprovechar este 8M para definir por qué somos rebeldes con causa, una causa más que justificada, ya que nos están robando el futuro (Alicia H. Puleo) y la posibilidad de tener acceso a una vida buena en buen acuerdo con este planeta azul y también verde, a todas y a todos.

Somos ecofeministas porque para nosotras defender la Naturaleza, es respetar la vida digna de los seres vivos que conocemos y los que aún no conocemos. La minería se apoya con dinero público sin miramientos a todo el suelo que destruye, y con él la biodiversidad que nos mantiene y nos ha mantenido.

Somos ecofeministas rebeldes porque nos roban y buscamos esa justicia que nos permita restablecer la paz con el mundo. Una justicia que permita reequilibrarnos con los demás seres con los que cohabitamos, cuyas interrelaciones e interconexiones con la vida en este planeta se están rompiendo a una velocidad inaudita, sin el más mínimo raciocinio, sin ningún atisbo de cordura. Los ecosistemas en los que vivimos se han creado con la colaboración de todos los seres vivos que ahora destruimos como en nuestro caso es la dehesa. Un bosque mediterráneo ahuecado en los que hemos podido cohabitar, pero que ahora se destruye con placas solares que alicatan el suelo e impedirán el futuro agroecológico que nos ha mantenido, aumentando la temperatura del territorio e impidiendo la vida futura.

Somos ecofeministas porque sabemos que necesitamos de todas las redes, de todas las cadenas tróficas, de esa economía verde y circular que ya conoce todo ser vivo, menos el ser humano. Se nos induce al consumo sin mirar de dónde viene cada producto, a quién se explota laboralmente, qué ríos y aguas subterráneas se contaminan. Parece que nada nos importa.

Somos ecofeministas porque no compartimos las bases del pensamiento mecaniscista y liberal, no creemos que podamos seguir este modelo económico que no respeta ni nada ni a nadie, que no quiere saber que la Tierra es nuestra casa, la mejor y más bella que cualquier otro planeta conocido; que es un espacio finito y las guerras que se alimentan representan la muerte de nuestra prole, la muerte genocida de seres vivos pues algunos deciden que esas vidas no merecen ser lloradas (Judith Butler).

Somos ecofeministas porque queremos otras bases de pensamiento que nos permitan convivir en paz en este planeta azul y también verde, aún.

El área de Ecofeminismos de Extremadura acompaña a la comparsa La Valla porque “las olas insolentes se llevan el silencio de la muerte porque nunca puede morir para si para nadie existe, por eso nadie asiste ni escucharán mis gritos”. Son muchas vallas por quitar las que nos quedan pero nos quedamos con Françoise d´Eaubonne cuando dijo: “…y el planeta puesto en femenino reverdecería para todos (y todas).”