IU-Equo reiteran su rechazo a la explotación minera de feldespato en la Sierra de Ávila ante los informes negativos

El proyecto de explotación de minas de feldespato en la sierra de Ávila tiene los días contados. Dos informes desfavorables a este proyecto, uno redactado por la Confederación Hidrográfica del Duero y otro por el área de Medio Ambiente y Urbanismo de la Junta de Castilla y León, hacen imposible que esta explotación se pueda llevar a cabo.

IUCyL consideró en su día, y puso de manifiesto en varias iniciativas llevadas adelante en las Cortes de Castilla y León, que el proyecto constituye una transformación “irreversible” de los valores ambientales, agrícolas y ganaderos de la Sierra de Ávila, afectando directamente al presente y futuro de la zona, e impidiendo un desarrollo  sostenible para  la población de la comarca.  José Sarrión ha explicado que “estos nuevos informes nos vienen a dar la razón y, por ello, el permiso de explotación debe ser definitivamente rechazado.”

En 2017,  en una PNL presentada por IU-Equo en las Cortes de Castilla y León, y que fue rechazada por el Partido Popular, se anunciaba que este proyecto era catastrófico y no se podía apoyar. “en ese debate” comenta Sarrión “tuvimos la ocasión de ver cómo la Junta se ponía de parte de las grandes empresas que están detrás de estos macro-proyectos, de un alto valor especulativo, y que no aportan ni riqueza ni desarrollo para las comarcas”

Sarrión también ha reconocido el trabajo de la Plataforma Ciudadana No a la Mina en la Sierra de Ávila. “Esta plataforma ha estado desde el primer día luchando contra esta explotación. La recogida de más de 120.000 firmas contra el proyecto y las movilizaciones realizadas por esta organización han sido clave, sin duda, para evitar una agresión como ésta contra un medio natural”

Los dos informes afectan al proyecto de mina de la sierra de Ávila, pero existen otros dos proyectos más, el de sierra de Yemas y el proyecto minero del Valle del Corneja que todavía siguen su curso y a los que no afecta, directamente, estos dos dictámenes.

“Nuestro objetivo” ha expuesto Sarrión “es evitar que se puedan llevar a cabo proyectos que constituyen la muerte de una comarca, cuando lo necesario en la zona son acciones que contribuyan a favorecer  la puesta en valor de los múltiples valores que atesora, y que son la base para fijar población con empleos ligados a sectores que, al contrario de lo que sucede con la minería de este tipo, perduren en el tiempo”.