Concentración contra el cierre de la Línea Aranjuez-Cuenca-Utiel el 9 de abril

El Consejo de ministros del pasado martes 22 de marzo ha modificado las Obligaciones de Servicio Público (OSP), respecto a los servicios ferroviarios entre las Comunidades autónomas de Madrid, Castilla la Mancha y el País Valenciá.

Esta modificación lleva aparejado el cierre completo de la línea ferroviaria Aranjuez-Cuenca-Utiel, y se aprueban nuevos servicios por la vía de Alta Velocidad entre Cuenca y Albacete y Madrid. Asimismo, se anuncian los proyectos urbanísticos que se ejecutarán en los actuales terrenos de uso ferroviario a su paso por Cuenca. Esta intervención se ha dado en llamar “Plan XCuenca”.

El cierre de la línea, que estaba previsto para el 1 de abril, parece que finalmente se llevará a cabo después de Semana Santa, pero en cualquier caso la amenaza de cierre es inminente.

No solo se trata del cierre de una línea totalmente necesaria, que profundizará en los problemas que ya se tienen en lo que se ha denominado la “España vaciada” y en el abandono del servicio ferroviario para muchos pueblos, sino que además se configura como la prueba piloto, para que el contrato de OSP pueda ser abierto y modificado en cualquier momento, una grave amenaza y la herramienta que la CNMC puede haber impuesto para adelantar la licitación de las OSP antes de la finalización del contrato suscrito con Renfe. No estamos solo ante el cierre de una línea, con lo extremadamente grave que es este hecho, sino que estamos ante una nueva vuelta de tuerca en el proceso de desmantelamiento del ferrocarril público, y una vez más este Gobierno se está revelando incapaz de cumplir sus propios compromisos, prefiriendo plegarse a los intereses de los poderes económicos y poniendo por delante la obtención de beneficios, que garantizar la prestación de un servicio público imprescindible para el ámbito rural.

No es de recibo que, ante las necesidades imperiosas que nos marca la crisis climática, de reducción urgente de la emisión de gases de efecto invernadero, en lugar de apostar por la electrificación de la línea, la renovación integral de la vía y la instalación de sistemas de bloqueo modernos y seguros, se opte por trasladar la movilidad de los pueblos de esa línea a la carretera.

Una vez más, el aparato propagandístico del gobierno nos vendió en los Presupuestos Generales del Estado que se producía un giro en la política ferroviaria al destinar mayor presupuesto a las líneas de ancho convencional que a las línea de alta velocidad pero, finalmente, la realidad es muy distinta y se profundiza en el desmantelamiento del ferrocarril que presta servicio a los pueblos, y en lugar de invertir en la renovación integral y la modernización de la línea Aranjuez-Cuenca-Utiel, ha apostado por su cierre definitivo.

El ferrocarril es un medio de transporte medioambientalmente sostenible, con un papel fundamental para la vertebración del territorio que, bien gestionado, cubriría las necesidades de movilidad de los pueblos y el traslado de mercancías de la carretera al ferrocarril.

Mientras en Europa se apuesta por la potenciación del ferrocarril, en el estado español se continua con su desmantelamiento, cerrando líneas, suprimiendo servicios de Obligación de Servicio Público y Comerciales, eliminando los trenes nocturnos y pensando única y exclusivamente en el ferrocarril del turismo y los negocios.

La Coordinadora Estatal en defensa de tren público, social y sostenible, de la que formamos parte el Sindicato Ferroviario, están convocando movilizaciones contra este cierre inminente de la línea y en defensa del ferrocarril público al servicio de la ciudadanía. Así, el sábado 9 de abril se han convocado concentraciones en las estaciones de Aranjuez y Valencia-Nord.

Desde el Sindicato Ferroviario y desde la Confederación Intersindical, exigimos al gobierno que desista de sus pretensiones de cierre de la línea Aranjuez-Cuenca-Utiel, y que elabore un plan de electrificación, renovación y modernización de toda la línea. Hacemos un llamamiento al colectivo ferroviario y a la sociedad en general para que participen en las concentraciones convocadas, y demos una respuesta contundente a esta nueva agresión al ferrocarril público.