La Limpieza Viaria de Loranca va a la huelga indefinida
Este miércoles, 8 de noviembre, comienza una huelga indefinida en la limpieza viaria de Loranca, después de que la empresa hoy haya rechazado nuestra última oferta. Desde CGT responsabilizamos directamente al PSOE de Fuenlabrada de haberse puesto de lado de los empresarios. Mientras el ayuntamiento se desentiende del problema de la negociación del convenio, la empresa parece negociar siguiendo instrucciones del consistorio para no incrementar el gasto en personal y así no aumentar el presupuesto del servicio de limpieza viaria. Quizás esto explica que no se persigan los incumplimientos del pliego de condiciones y que serían fácilmente sancionables, quizás el más fácil de ver es que llevamos meses con una de las dos máquinas barredoras rota.
La mediación se había aplazado para que desde la plantilla se hiciera una oferta de mínimos y no tener que ir a la huelga indefinida y, tras decidirlo en asamblea, la plantilla ha ofrecido bajar su oferta inicial de un incremento salarial de un 12% a un 10%. La empresa sin embargo, lo ha rechazado nuevamente sin que tan siquiera hayan echo una contra oferta. Según nos indica la parte empresarial, se lo han trasladado a las dos empresas que forman la UTE (OHLA y Geaser) y al ayuntamiento, sin que ninguna de las partes hayan aceptado la propuesta. Incluso en el acto de mediación hemos ofrecido negociar rebajando ese porcentaje para intentar llegar a un acuerdo, pero tampoco ha sido posible hablar del asunto.
Recordamos que la empresa ya ofreció una subida del 7% a finales del año pasado y las y los trabajadores a través de su delegado de personal (en ese momento de UGT) la rechazó, porque no quedaba claro cuándo ni de qué manera se iba a cobrar esa subida, porque la empresa quería mantener congeladas las nóminas hasta que se aprobara el nuevo pliego de contratación y que los atrasos generados los asumiera la nueva adjudicataria.
La reivindicación que hacemos desde que CGT constituyó Sección Sindical en la empresa es que haya igualdad salarial con la otra contrata de Fuenlabrada (Urbaser) que calculamos en un 12% de media. Igualmente es importante destacar que este colectivo lleva con el salario base congelado desde hace 8 años y está sin convenio vigente desde diciembre de 2021, periodo en el que el IPC ha subido un 9,4%. Por tanto una subida del 10% para el acumulado de los años 2022 y 2023 entendemos que es totalmente justa y razonada. Pero, que todas las partes tengan clara que la oferta que estábamos dispuestos ha aceptar hoy no será la que aceptaremos una vez comience la huelga indefinida.
Y es que la plantilla ha demostrado que tiene claras intenciones de llegar hasta el final en este conflicto, como ha demostrado con la huelga de 24 horas del pasado jueves 2 de noviembre con un seguimiento del 100% en el turno de mañana. Ni la contundencia con la que la borrasca Celina nos dejaba viento y lluvias torrenciales logró frenar a las y los huelguistas que realizaron la manifestación programada desde la Junta de Distrito de Loranca al Ayuntamiento, llegando a entrar en el pleno municipal.
Tanto la empresa como el ayuntamiento ponen la ley de contratación como excusa para no actualizar los salarios. Mientras, justifican que el resto de costes se hayan incrementado, como el combustible, la maquinaria o las materias primas. Pero si buscamos un poco vemos que un acuerdo para el incremento de gastos salariales es posible, como por ejemplo se hizo hace menos de un año en el Ayuntamiento de Camargo, donde se aceptó los precios propuestos por la empresa hasta la salida del nuevo pliego para actualizar, entre otras partidas, los salarios. Y la casualidad es que la empresa era Geaser, una de las empresas que forman nuestra UTE, y quien lo aprobaba era un alcalde el PSOE, el mismo partido que lleva gobernando en Fuenlabrada desde el 1979.
No podemos entender que un ayuntamiento como el de Fuenlabrada con un presupuesto anual de 217 millones de euros esté racaneando con actualizar el salario de una plantilla de 23 trabajadores y trabajadoras. Tampoco entendemos las reticencias de una UTE formada por dos grandes empresas por firmar unas tablas salariales que ellos mismos dicen que abonará la la nueva adjudicataria.
Esta perversa situación en la que se encubren mutuamente empresa y ayuntamiento viene provocada por el modelo de privatización de servicios públicos que tanto defiende el PSOE. Un modelo basado en entregar dinero público a grandes empresas para que los ayuntamientos se desentienden de sus responsabilidades con las y los trabajadores y el servicio. Por ello desde CGT abogamos por la municipalización de servicios públicos para ahorrar costes y garantizar unas condiciones dignas para las trabajadoras y trabajadores. Algo de lo que tampoco quiere hablar este ayuntamiento.
Desde CGT hemos intentado llegar a un acuerdo desde el comienzo del conflicto y hasta el último momento. Incluso hemos esperado a la formación del nuevo gobierno municipal para poder avanzar en las negociaciones. Pero solo hemos obtenido largas y escusas. Así que ha llegado el momento de la lucha y no nos vamos a detener. En los próximos días anunciaremos convocatorias de manifestaciones y demás actos públicos.
¡A igual trabajo, igual salario!
¡¡La Lucha es el Único Camino!!