El PCE y la Juventud Comunista alertan de las consecuencias de la proliferación de casas de apuestas en León
Sylvia Fernández de la Juventud Comunista denuncia que las casas de apuestas y sus consecuencias, como empobrecimiento y ludopatía “afectan especialmente a la juventud donde la falta de expectativas y de un futuro estable es el caldo de cultivo perfecto para dosis rápidas de adrenalina para conseguir dinero sin esfuerzo. De otra manera alcanzar el “éxito” social a través de las mercancías que vende la publicidad sería imposible.”
La Juventud Comunista (UJCE) y el PCE han querido alertar de la proliferación de las casas de apuestas en la provincia de León y sus graves consecuencias. Y es que en los últimos tres años los salones de juegos han aumentado un 66% en la provincia de León.
“No es casual que haya sido durante los años más duros de la crisis, cuando se haya permitido su desarrollo”, denuncian desde las organizaciones. La expansión de estos establecimientos, si bien existen desde hace tiempo, ha tenido un boom desde 2011, suponiendo un verdadero desembarco. Especialmente significativo ha sido su desarrollo en los barrios de menos renta de las grandes ciudades, pero ahora, denuncian, “se están expandiendo a barrios y pueblos de provincias más deprimidas como la nuestra”.
Solo en la ciudad de León hay más de 30 salas de juego, hasta ahora en el centro, pero ya se están extendiendo a barrios como La Palomera, Pinilla o Eras de Renueva. Para Rubén Darío Marcos, secretario del PCE, “no es extraño que sea en los barrios obreros de León y zonas deprimidas como El Bierzo, donde más afectan el paro y la desindustrialización, donde se abren estas casas de apuestas.”
Sylvia Fernández de la Juventud Comunista denuncia que las casas de apuestas y sus consecuencias, como empobrecimiento y ludopatía “afectan especialmente a la juventud donde la falta de expectativas y de un futuro estable es el caldo de cultivo perfecto para dosis rápidas de adrenalina para conseguir dinero sin esfuerzo. De otra manera alcanzar el “éxito” social a través de las mercancías que vende la publicidad sería imposible.”
En la provincia sólo en 2017 supusieron una recaudación de 12,5 millones. Dinero, que para Rubén Darío, es extraído principalmente de los bolsillos de la juventud trabajadora: “esa a la que ante el paro crónico, arriesga sus escasas rentas ganadas en trabajos precarios o lo que puedan sacar del núcleo familiar.” Esta fiebre ha supuesto la alarma de las asociaciones que trabajan con las adicciones, por la proliferación de ludopatía. Hasta tal punto que la califican como “la nueva heroína”.
La UJCE denuncia “responsabilidad de los grupos publicitarios, medios, equipos y estrellas que anuncian y patrocinan estos lugares.” Rubén Darío, ha querido expresar que “no podemos permitir que se venda falsamente un futuro de “éxito” y riqueza a través de salidas individuales a un sistema injusto. Pues estas salidas no son más que una excusa para abrir hacer negocio a costa de las escasas rentas a los sectores más precarios y arruinar a familias trabajadoras”.
En este sentido han querido llamar la atención de los ayuntamientos, de la Junta de Castilla y León y el gobierno central, para que “cada uno con sus competencias tomen cartas en el asunto”. Medidas, que a su juicio deben ir dirigidas a poner coto a su extensión, regularlas y caminar hacia su prohibición. Al mismo tiempo, proponen “soluciones reales, contra el paro y la precariedad”, que para la Juventud Comunista “se deben unir a la promoción de otros modelos de ocio y espacios de socialización gestionados directamente por la juventud, un ocio sano, que potencie el conocimiento, el deporte y las artes.”, concluyen.