EQUO reclama a la Junta de Andalucía nuevas contrataciones para que los monumentos puedan abrir en festivo en Córdoba
"Es incomprensible que quienes nos visitan, tras un esfuerzo enorme de atracción turística, encuentren la Sinagoga o Medina Azahara cerradas el 1 de Mayo o algunos días durante la Semana Santa".
El partido verde pide que se conjuguen de forma adecuada los derechos de los y las trabajadores con la función de dinamización turística y económica de los monumentos cordobeses.
EQUO entiende que la apertura de monumentos y museos juega un papel fundamental a la hora de hacer de Córdoba un destino aún más atractivo y de calidad, por lo que se debe evitar la frustración y el descontento que experimentan los visitantes que encuentran cerrados dichos espacios en temporada alta. Para ello, y de forma que se puedan respetar los derechos del personal, EQUO invita a la Junta de Andalucía a tomar ejemplo del Ayuntamiento de Córdoba, que ha ampliado la plantilla y reorganizado los turnos para poder abrir, al menos media jornada, durante los festivos de gran afluencia.
En palabras de Ana María Carnero, coportavoz de EQUO Córdoba «Es absurdo gastar millones en promoción turística, producir sesudos estudios sobre pernoctación, gastar abundantes recursos en iluminaciones nocturnas y espectáculos de dudoso gusto y rigor para, al mismo tiempo, cerrar joyas como la Sinagoga, Medina Azahara o el Museo Arqueológico, creando malestar e incomprensión entre quienes nos visitan. Esto, al final, en una sociedad donde todo se valora y se conoce a través de las redes, redunda en una peor valoración de la ciudad como destino. Es un prestigio negativo que sale muy caro. Mucho más, sin duda, que ampliar el horario de apertura con nuevas contrataciones, algo muy necesario en nuestra ciudad».
EQUO reclama a la Junta de Andalucía un esfuerzo negociador con el personal de museos y monumentos, compensando el esfuerzo a realizar, para que su trabajo sirva para multiplicar el atractivo de la ciudad, ya de por si inmenso.El partido verde entiende que el sector turístico necesita una revisión en profundidad, con especial atención a su impacto urbano y social, introduciendo de verdad la sostenibilidad como un factor transversal, para evitar destruir aquello que se viene a conocer, una ciudad viva y real, no un escenario cinematográfico. Ese necesario proceso de reconversión debe venir acompañado, sin embargo, de un esfuerzo colectivo y decidido por convertir el turismo en fuente de bienestar, social y económico.