El Grupo del Cambio presenta una moción para permitir la libre circulación en Gaza de personas y mercancías
El bloqueó israelí comenzó en 2006 tras unas elecciones democráticas en Palestina, aunque en ocasiones anteriores ya se habían producido cierres intermitentes.
El bloqueo de Gaza contraviene el derecho internacional humanitario al imponer un castigo colectivo a la población residente en ese territorio. A día de hoy aproximadamente 1.800.000 personas residen en Gaza. La mayor parte de esa población está compuesta por refugiados y sus descendientes a los que la potencia ocupante, Israel, impide el regreso a sus hogares.
El bloqueó israelí comenzó en 2006 tras unas elecciones democráticas en Palestina, aunque en ocasiones anteriores ya se habían producido cierres intermitentes. A este bloqueo, además de cortar el aprovisionamiento de recursos básicos, se suman los ataques constantes a las infraestructuras civiles, la quema continuada de las tierras del perímetro fronterizo y el control de los acuíferos necesarios para proveer de agua al territorio palestino.
De igual manera, la destrucción sistemática de infraestructura estratégica forma parte del día a día de los habitantes de Gaza. Así ha ocurrido con el aeropuerto, financiado por el Estado español que, sin embargo, no ha reclamado la indemnización correspondiente por su destrucción.
Además, la violencia contra la población civil no cesa. En verano de 2014 Israel llevó a cabo una matanza que se cobró 2.000 vidas y 18.000 hogares destruidos. A día de hoy solo el 10% de esas viviendas han sido reconstruidas y en torno a 75.000 personas continúan sin hogar.
Y pese a que ese mismo año se celebró la Conferencia de Donantes, en la que se acordó destinar 5.400 millones de euros a la franja de Gaza, esta inversión en la reconstrucción está condicionada al bloqueo que Israel mantiene sobre el territorio, por lo que la finalización de la ocupación es lo único que puede garantizar que no se repita la destrucción. Sin embargo, en 2016 el bloqueo y ocupación israelí continúa y a las labores de reconstrucción se han destinado1.300 millones de euros menos de lo presupuestado inicialmente.
La situación es tan dramática que, hace unos meses, un grupo de mujeres europeas, en colaboración con varias organizaciones internacionales, retomaron el envío de ayuda humanitaria en una nueva Flotilla de la Libertad: ‘Mujeres Rumbo a Gaza’. Esta iniciativa pretende reivindicar el derecho de libre tránsito que permitiría aliviar la penosa situación que vive la población de Gaza. Meses atrás, una flotilla anterior fue abordada por las fuerzas israelíes a 60 millas de territorio palestino, en aguas internacionales. El bloqueo de esta última flotilla ha ocurrido hace apenas unos días en las mismas circunstancias.
Ni las autoridades europeas ni las españolas han intervenido para impedir o denunciar el secuestro ilegal que el ejercito israelí está llevando a cabo contra las flotillas humanitarias enviadas. Es más, el primer ministro israelí insiste en negar la existencia de dicho bloqueo.
Por eso, desde el Grupo del Cambio (Unidos Podemos – En Comú Podem- En Marea) , las senadoras Sara Vila Galán e Idoia Villanueva han presentado en la mesa del Senado una moción para defender el derecho internacional al libre tránsito de personas y mercancías, ofrecer apoyo humanitario a la franja de Gaza, activar los mecanismos políticos necesarios para garantizar los acuerdos adoptados en la Conferencia de Donantes y solicitar que el suministro de bienes civiles no esté condicionado al bloque israelí.
Asimismo, en la moción, las senadoras reclaman a la potencia ocupante daños y perjuicios para la reconstrucción de los bienes, garantizar el apoyo a la ciudadanía de Gaza y condenar la reciente interceptación por parte de la Marina israelí de la Flotilla ‘Mujeres Rumbo a Gaza’ realizada en aguas internacionales