Redacción •  UNI Laica •  Actualidad •  08/12/2018

Decenas de universitarios denuncian con UNI Laica las misas en honor de la Inmaculada de las Facultades de Farmacia de Sevilla y Granada

UNI Laica (la Asociación por una Universidad Pública y Laica, sección de Universidad de Europa Laica) ha denunciado que la Decana de la Facultad Farmacia de la Universidad de Sevilla (US), María Álvarez de Sotomayor, incluyó una “Santa Misa”, en el programa oficial de actos a desarrollar el 3 de diciembre con motivo de la festividad de la patrona (la Inmaculada Concepción), una hora antes del “Acto Académico”

Decenas de universitarios denuncian con UNI Laica las misas en honor de la Inmaculada de las Facultades de Farmacia de Sevilla y Granada

Varios profesores de la US presentaron, en representación de UNI Laica, y apoyados por decenas de miembros de la misma universidad, un escrito ante el Rector, la Decana de la Facultad de Farmacia y el Defensor Universitario, en el que se quejaban de la convocatoria decanal y de la propia misa universitaria, pero la convocatoria se mantuvo y la misa se celebró.

Especialmente grave fue que la misa tuviera lugar nada menos que en el Salón de Grados de la Facultad de Farmacia (véanse las fotos), donde a continuación se realizó el Acto Académico, a pesar de que la Universidad de Sevilla cuenta (lamentablemente) con varias capillas universitarias, degradándose de esta forma la solemne naturaleza académica del recinto, al convertirlo, durante una hora, en una capilla religiosa. La gravedad de los hechos ha llevado a que continúen las adhesiones de miembros de la US al escrito de queja de UNI Laica, que también ha sido apoyado por los sindicatos SAT, CCOO y UGT.

Al mismo tiempo, la Decana de la Facultad Farmacia de la Universidad de Granada (UGR), Ana Isabel Del Moral García, con el respaldo de su Equipo de Gobierno, también introdujo en el programa oficial de actos (en este caso, el 2 de diciembre) por la festividad de la misma patrona, la “Santa Misa”, hora y media antes del “Acto Académico” (https://farmacia.ugr.es/noticias/Patrona/2018/). El templo, en esta ocasión, sería el Monasterio de Cartuja. La Decana y el equipo de Gobierno no tuvieron ningún rubor en señalar que la misa estaba organizada por la Pastoral Universitaria y en enlazar la invitación del Capellán de Pastoral Universitaria.

Como en Sevilla, UNI Laica de la UGR (con unos 60 miembros entre estudiantes, PAS y profesores, y cientos de firmas de adhesión) presentó un escrito de queja y de petición de cancelación de la misa universitaria ante el Rectorado, el Decanato y el Defensor Universitario, pero la misa se celebró, oficiada por el arzobispo de Granada (véanse las fotos).

UNI Laica defiende el principio de libertad de conciencia y, por tanto, el derecho de todas las personas a profesar cualquier confesión religiosa, como también la libertad de no adscribirse ninguna, pero en todo caso, todas las instituciones del Estado están obligadas mantener la neutralidad en estos asuntos, y por consiguiente es absolutamente inaceptable que se celebren misas en un organismo público oficial. Estas prácticas constituyen una grave una falta de respeto institucional a la diversidad de convicciones y creencias de los miembros de la comunidad universitaria.

UNI Laica denuncia que esta deplorable confusión de las universidades con parroquias con motivo de la patrona de Farmacia no se ciñe solo a estos dos casos. En la Universidad de Granada UNI Laica viene denunciado estos hechos desde hace años ante las autoridades académicas, sin resultado alguno. Incluso hubo algún ilustre catedrático de la Facultad de Farmacia granadina que argumentó, en una carta abierta al entonces Decano (https://laicismo.org/la-facultad-de-farmacia-de-granada-tiene-de-patrona-a-la-inmaculada-y-lo-celebra-con-una-misa/), su “oposición radical a que actos religiosos se inscriban en Programas Oficiales universitarios”, y concluyó: “Debo comunicarte que no participaré en ninguno de los actos programados por mi total desacuerdo con el Programa Oficial”. Nos consta que otros universitarios, tanto en Sevilla como en Granada, asumen una postura similar aunque no la hagan pública.

Es sabido que a veces también se convocan misas con motivo de otros patronos religiosos universitarios, aunque afortunadamente esta práctica es cada vez menos frecuente. UNI Laica reclama no sólo que las autoridades académicas dejen de promover o anunciar estos u otros actos confesionales; pide, además, el fin de los patronazgos religiosos de las Facultades y Escuelas Universitarias. En este aspecto apenas se perciben avances, por muy anacrónico y disparatado que sea el santo patrón. En el caso que ahora nos ocupa, ¿no es un sinsentido, se tenga las creencias que se tengan, que la patrona de Farmacia sea la Inmaculada Concepción? Lo mismo cabe decir, por cierto, de idéntico patronazgo de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos; y recordemos que es obligatoria la colegiación de los farmacéuticos –cabe suponer que de diversas convicciones personales– para poder trabajar en una farmacia. Si unos y otros quieren celebrar un día, ¿por qué no eligen, por ejemplo, el Día Mundial del Farmacéutico (25 de septiembre)? Algo similar puede decirse del resto de patronos cuyo principal mérito es formar parte del santoral católico.

Lo aquí denunciado no es, por desgracia, más que una muestra del confesionalismo universitario; recordemos que aún se imparte religión en las Facultades de Ciencias de la Educación, que se han creado cátedras de Teología cristiana, que se ofrecen otros cursos basados en diversas creencias pseudo y anticientíficas, que hay centros de Magisterio de la Iglesia adscritos a las universidades públicas, que hay en éstas capillas católicas, que las universidades ofrecen y costean otros servicios religiosos, y que aún abundan los símbolos confesionales en espacios públicos de Facultades y Escuelas. En definitiva, la Constitución cumple ahora cuarenta años, pero la aconfesionalidad estatal que exige el artículo 16.3 sigue sin cumplirse en el ámbito universitario (y fuera de él).

Por ello, UNI Laica, con el respaldo de más de 8.200 firmantes de su Manifiesto por una Universidad pública y laica (https://laicismo.org/campana-por-una-universidad-publica-y-laica/), alienta no solo a los miembros de las Facultades de Farmacia, sino a todos los universitarios, a apoyar la exigencia de una Universidad pública que no discrimine, ni positiva ni negativamente, por razón (más bien sinrazón) de creencias, es decir, plenamente laica.


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