Éxito inapelable de la segunda huelga feminista del 8M
Millones de mujeres en todo el estado marcharon para reivindicar los derechos de la mujer poniendo de manifiesto que el feminismo es la respuesta más organizada a la oleada reaccionaria.
Barcelona, Valencia, Sevilla, Cartagena, Madrid, Alcázar de San Juan, Valladolid, Cáceres, Jaén… Hasta 200 manifestaciones en las principales ciudades del país inundaron de morado las calles en la segunda huelga feminista del 8 de marzo. El éxito de la movilización, puesta de manifiesto con paros en un mayor número de centros de trabajo y una afluencia a las manifestaciones que ha llegado a superar a las del pasado año, pone de relieve el protagonismo del movimiento feminista como principal barrera de contención a la oleada reaccionaria que parece asaltar al espectro político.
En Madrid, desde primeras horas del 8 de marzo los paros en el Metro y las concentraciones nocturnas daban comienzo a una jornada histórica. Por la mañana, los piquetes informativos se desplegaban por todos los barrios de la capital. Las acciones y actos en toda la ciudad culminaron con la inmensa manifestación que partió desde Atocha con una afluencia, según los datos oficiales, del doble de personas que en la ya masiva manifestación de 2018. Las fuentes policiales, siempre datando cifras de asistencia a la baja, calculaba 350.000 manifestantes.
En Barcelona, cientos de miles de mujeres coparon la Gran Vía con cánticos que dejaban patente que el movimiento feminista no se va a detener. Los paros laborales fueron excepcionalmente secundados en el ámbito educativo, con una asistencia de menos del 20% en las universidades.
Las principales capitales de provincia y municipios de todo el estado contaron con sus marchas secundadas masivamente.
Las consignas han estado este año atravesadas por la frontal oposición a las propuestas y el giro reaccionario tomado por las fuerzas políticas conservadoras. Explícitas alusiones en contra del partido ultraderechista Vox y al Partido Popular, que tendrá que lidiar en adelante con el profundo fracaso que ha supuesto su negativa a secundar la movilización.
Junto a la protesta contra los intereses que persiguen recortar los derechos fundamentales de las mujeres, la reivindicación laboral también tuvo un papel central, con la presencia de numerosos colectivos laborales especialmente feminizados. Un ámbito que continúa siendo especialmente importante, según datos de la central sindical CCOO, el 60% de las personas desempleadas son mujeres; el 75% de los contratos a tiempo parcial no voluntarios están ocupados por mujeres; mientras la brecha salarial que separa el salario de hombres de mujeres es del 29%.
La histórica jornada de movilización ha concluido habiendo insuflado nuevos ánimos e instando a continuar la lucha durante todo el año tras esta histórica convocatoria.