La Delegación de Educación celebra el 8M respaldando el racismo y la islamofobia de un colegio privado concertado
- La Junta de Andalucía propone cambiar de colegio a las dos niñas aisladas por llevar hiyab. El colegio católico malagueño niega discriminación alegando que se ha limitado a aplicar al Reglamento de Organización y Funcionamiento del centro.
- La Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes denunció este lunes la «intimidación» que estaría sufriendo una alumna de un colegio de Málaga capital por llevar el hiyab durante las clases y ha acusado al centro de «aislar» a la chica, de 14 años, y a su hermana.
Comunicado CGT Enseñanza Andalucía
La Delegada de Educación de Málaga, Mercedes García Paine, ha salido en defensa del colegio privado concertado La Goleta. Una alumna del centro, menor de edad, estuvo llevando bufanda y gorro durante todo el mes de enero. A finales de febrero, la alumna, de origen egipcio, decidió comenzar a usar el hiyab o pañuelo islámico y fue entonces cuando la directiva del centro aplicó el Reglamento de Organización y Funcionamiento e impidió a la menor su derecho a la educación. La apartó en la Biblioteca, donde lleva desde el 21 de febrero, con las consecuencias académicas, sociales y psicológicas consiguientes. Tanto esta alumna de 14 años como su hermana de 12, que también ha decidido usar el pañuelo, llevan un año escolarizadas en ese centro religioso.
Sin sonrojarse un ápice, Mercedes García Paine ha aplaudido la decisión del colegio y ha ofrecido a la familia una plaza en un colegio público, privando así a la misma de la libertad de elección de centros que tanto cacarea la derecha y permitiendo que un centro que recibe dinero público discrimine a una alumna por motivos religiosos.
¿Tomarían la misma decisión colegio y delegación si algún alumno o alumna llevase la cabeza cubierta por estar recibiendo un tratamiento médico como la quimioterapia? ¿Aplaudiría también la delegada que a una monja se le impidiese estudiar por llevar la cabeza cubierta? Lo dudamos. La realidad aquí es que tanto el colegio como la delegada tienen actitudes racistas e islamófobas e intentan disfrazarlas, pero tanto uno como otra se han quitado el velo y han mostrado su cara xenófoba.
El hiyab es una prenda tradicional magrebí que está más ligada a la tradición que a la religión (¿acaso todos los niños y niñas que reciben la primera comunión en España son cristianos católicos practicantes?) y que, en demasiadas ocasiones en España, con una actitud paternalista y prepotente, se critica y se utiliza como ejemplo del yugo de la mujer en el Islam. Como si las mujeres que optan por llevarlo no fueran dueñas de sus decisiones.