Registradas alegaciones por la planta de biometanización de Villafranca de los Barros
- Ecologistas en Acción de Extremadura denuncia la falta de transparencia de la Junta que no ha dado acceso público electrónico a las personas interesadas, limitando la disponibilidad del expediente a una cita previa, presencial en oficinas de la Junta en Mérida o del Ayuntamiento en Villafranca.

La organización Ecologistas en Acción de Extremadura ha registrado una batería de alegaciones frente al proyecto de biometanización en el municipio de Villafranca de los Barros, en la provincia de Badajoz.
El proyecto, presentado por la empresa Helga Power, prevé la utilización de residuos agroindustriales para sintetizar combustible biogás. Además, plantea la producción de digestato a través de compostage orgánico para producir fertilizantes.
Sin embargo, desde la organización ecologista apuntan que el biogás y el digestato son residuos, negando un componente circular a la producción de este producto. Sobre el biogás, señalan que los gases producidos por la digestión anaeróbica contienen altos porcentajes de gases tóxicos para la salud que implica que deben someterse a costosos procesos de purificación o upgrading, antes de poder ser utilizados como fuente de energía.
En cuanto al digestato, señalan que su alto contenido en nutrientes puede contaminar el suelo y el agua y causar eutrofización y ello se debe a que al tener gran contenido de agua (90%) encarece mucho su traslado en camiones. «Se han dado casos de botulismo en la ganadería con importantes pérdidas económicas, contaminación de alimentos con bacterias resistentes a los antibióticos e importantes afecciones a la salud de animales de granja y personas», advierten.
Por otra parte, apuntan que el proyecto tiene que cumplir el principio de precaución ratificado por la Convención de Río en 1992 y debe asegurarse que no hay enterobacterias derivadas de la digestión anaeróbica de la biomasa en el digestato.
«Las plantas de biogás han sido responsables de varias epidemias en Alemania. La falta de control de las emisiones puede suponer un importante riesgo para la salud de los residentes. Una de las emisiones con peor olor es el ácido sulfhídrico, que además provoca irritación de ojos y vías respiratorias, disnea, daños de visión y trastornos neurológicos», aseguran desde Ecologistas en Acción.
«En conclusión, de trata un proyecto muy poco preciso que da la sensación de no saber la gran cantidad de riesgos que conlleva», han apuntado desde la organización, cuestionando si el supuesto impacto económico de la planta en el municipio sería tal, y aludiendo a amenazas colo la contaminación de las aguas o problemas de salud pública.