La FRAVM se reúne de nuevo con ayuntamientos y la Comunidad de Madrid para evitar que se repitan los malos olores de la Finca de la Torrecilla
- El 3 de abril tuvo lugar el segundo encuentro de un espacio conformado por la federación vecinal, la Comunidad de Madrid y los consistorios de Madrid, Rivas-Vaciamadrid, Getafe y Pinto.
- Este grupo de trabajo impulsa medidas para eliminar o minimizar olores producidos por instalaciones de residuos y depuradoras situados en el Sur y Este.
El pasado 3 de abril se celebró la segunda reunión del Grupo de Trabajo sobre Olores compuesto por los ayuntamientos de Madrid, Rivas-Vaciamadrid, Getafe y Pinto, la Comunidad de Madrid y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), que tiene el objetivo de analizar y tomar medidas respecto a los problemas de olores derivados de la acumulación de instalaciones de depuración y residuos. Unas instalaciones que, al igual que ocurrió el pasado verano con la Finca de la Torrecilla, en ocasiones causan molestias e inciden negativamente en la calidad de vida de los vecinos y vecinas del entorno en el Sur y el Este de Madrid. La contaminación odorífera de la Torrecilla tuvo su origen en el acopio de material granulado de los lodos que proceden de depuradoras de agua de la capital.
El 13 de marzo tuvo lugar la primera reunión del grupo de trabajo, y tras la del 3 de abril, sus promotores tienen la intención de citarse cada quince días.
En estos encuentros las administraciones y la federación vecinal tratan de avanzar en “el estudio acumulado de fuentes para la adopción de medidas conjuntas para la eliminación y/o minimización de olores producidos por la suma de instalaciones de depuración y residuos” en la zona.
Respecto a la gestión de la Torrecilla, el Ayuntamiento de Madrid informó en la reunión del 3 de abril que está comprobando el expediente de la licencia del concesionario de la finca, que data de 1992. Se trata de una licencia que, por su antigüedad, es probable que no se adecúe a las normativas y exigencias actuales.
Además, el Consistorio ha dado la instrucción de vigilancia “para controlar cualquier acopio que se estuviera produciendo, con el fin de que no genere procesos de autocombustión con efectos de olores y gases”. Así, ha instado a la Policía Municipal a establecer los mecanismos de control y vigilancia necesarios para evitar las condiciones que provoquen episodios de olor en el entorno.
La incorporación al grupo de trabajo del Canal de Isabel II, titular de la gestión de las plantas de producción de lodos, sin duda facilitará el análisis de los procesos que se llevan a cabo en la finca para evitar la combustión que se produce por el acopio de material y sus consiguientes episodios de olor.
En este marco, las entidades que forman parte del grupo consideran que debe exigirse un plan de comercialización que impida los acopios planteando otras alternativas de gestión.