CNT denuncia la grave situación que atraviesan los becarios en los medios de comunicación
El sindicato da a conocer un informe sobre las “relaciones laborales a precio de saldo” y “sin derechos” que encubren estas prácticas. Advierte que existen “más de diez modalidades diferentes de contratos de prácticas vinculadas a programas formativos o de inserción laboral, a cada cual más enrevesado y complicado”.
La sección de Prensa y Agencias de Noticias del sindicato CNT ha dado a conocer un informe sobre las vulneraciones que sufren las becarias y becarios en los medios de comunicación. Según destaca la central anarcosindicalista, se trata de una práctica muy extendida en ese sector, bajo la que se encubren “lo que realmente son relaciones laborales a precio de saldo, sin derechos, con pocas o ninguna posibilidad de una posterior contratación”.
En ese documento, el sindicato ofrece una descripción del perfil de las personas becarias en los medios: “jóvenes, estudiantes, con muchas ganas de trabajar y generalmente, muy competitivos”. En tal sentido, subraya que se trata de “uno de los gremios más indefensos y numerosos de España”, lo que les convierte en “caldo de cultivo para que las empresas que quieran tener trabajadoras y trabajadores a bajo coste, y de los que pueda prescindir libremente, tengan la posibilidad de hacerlo”.
CNT denuncia que las prácticas “son generalmente actividades relacionadas con programas de formación” que se realizan en empresas u organismos públicos o privados. En todos los casos, los derechos reconocidos “están por debajo de los de cualquier contrato laboral ordinario”.
“Dicen tener como objetivo complementar una formación y adquirir una experiencia en un mercado laboral que sirva para facilitar la inserción en el mercado laboral, pero la realidad es que existe una verdadera maraña de normas, programas y modalidades de formación y prácticas”, remarca.
De hecho, el sindicato señala en su informe que “existen más de diez modalidades diferentes de contratos de prácticas vinculadas a programas formativos o de inserción laboral, a cada cual más enrevesado y complicado”. “Uno de los mayores problemas es que ni los propios afectados saben si la empresa está cumpliendo o no las condiciones que regulan el tipo de modalidad en el que están incluidos”, indica la organización anarcosindicalista.