Organizaciones ecologistas denuncian nuevos vertidos incontrolados en la playa de San Lorenzo en Gijón
Las autoridades se vieron obligadas a cerrar el acceso a la playa ayer tras la aparición de numerosas ratas muertas y manchas de vertidos en el mar. La Coordinadora Ecoloxista apunta a que es necesario tomar medidas más allá del sistemático establecimiento de Bandera Roja en la playa, tal como se está dando las últimas semanas.
Por tercera vez en apenas dos semanas las autoridades municipales de Gijón se han visto obligadas a poner la bandera roja en la playa de San Lorenzo tras la aparición de una mancha de vertidos residuales que se expandía desde la zona de Peñarrubia.
Desde la Coordinadora Ecoloxista señalan que estas situaciones de contaminación están siendo preocupantemente frecuentes, “lo pone en evidencia el grave problema de calidad por el mal saneamiento en la actual real de aguas residuales”. Los ecologistas apuntan también a los daños económicos que está provocando la situación al sector turístico del concejo, por la inactividad de su playa de referencia y la pésima imagen que se está promoviendo de la misma.
Los análisis realizados por la Empresa Municipal de Aguas este lunes mostraron que durante toda la semana ha habido presencia de bacterias enterococos y Escherichia coli, lo que pondría de manifiesto la presencia de vertidos incontrolados. “La presencia de enterococos intestinales es un indicio de contaminación fecal reciente”, señalan desde la Coordinadora. “Con lo cual no se sostiene que la culpa es de las grasas tal como pretende engañarnos el Ayuntamiento de Gijón”, una excusa que el consistorio dirigido por Foro Asturias ha esgrimido de manera frecuente en las últimas semanas.
La Coordinadora Ecoloxista reclama que se tomen medidas estructurales fundamentales en la gestión del agua y los residuos. “Cuando llueve mucho los colectores al ir en carga, alivian directamente al mar y al río, con el consiguiente impacto, porque en Gijón las aguas residuales se van en parte al mar ningún tratamiento”, denuncian desde la Coordinadora. “Es una situación que lleva décadas y no parece que se vaya a solucionar a corto plazo”, apuntan.