CCOO Sanidad Madrid denuncia el incremento de accidentes y bajas laborales de profesionales en residencias de Madrid por la presión empresarial
- Según el informe “Condiciones de Trabajo y Salud tras la pandemia” (COTS 2021), en las residencias de personas dependientes, los y las profesionales soportan una alta carga de trabajo de un 73,6%, mientras la población general arroja una cifra del 49,5%.
La Secretaría de Salud Laboral de CCOO Sanidad Madrid denuncia un incremento significativo de accidentes y bajas laborales de profesionales que trabajan en residencias de la Comunidad de Madrid, por la presión empresarial y el papel que juegan las mutuas para acelerar las reincorporaciones, y donde las colaboradoras se niegan a reconocer bajas por accidentes de trabajo. Además, las empresas se instalan en su obsesión por “satanizar” a las personas trabajadoras y desdeñar sus problemas de salud.
Los últimos datos de absentismo en el Sector Sociosanitario que han difundido AMADE y la CEIM, critican que éste es muy alto, en torno a un 12%. Sin embargo, los empresarios del Sector no explican que el absentismo tiene una relación directa con el alto ritmo de trabajo, las exigencias emocionales, la falta de protocolos preventivos en salud laboral y otros factores que elevan las estadísticas de enfermedades profesionales y accidentes laborales.
Según el informe “Condiciones de Trabajo y Salud tras la pandemia” (COTS 2021), en las residencias de personas dependientes, los y las profesionales soportan una alta carga de trabajo de un 73,6%, mientras la población general arroja una cifra del 49,5%. En alta exigencia emocional, las consecuencias para la salud de las personas trabajadoras son también demasiado elevadas, alcanzan a un 90,3% en el sector, mientras en la población en general este dato es de 72,3%.
A juicio de CCOO, la premisa de las asociaciones empresariales de Dependencia, con su insistencia en poner en duda los problemas de salud motivados por el entorno laboral, no solo es una visión simple, instalada en un asiento contable de coste-beneficio, sino en la renuncia a contemplar otras causas que inciden de manera importante sobre la salud del colectivo y que tiene más que ver con las ausencias de medidas preventivas que por una explosión espontánea de ‘abusones’ de las bajas médicas.
Según CCOO, las empresas siguen percibiendo la prevención de la salud de los profesionales en el ámbito laboral como un gasto y no como una inversión. Del registro de demandas llegadas a CCOO Sanidad Madrid, se observa la negativa de gran número de empresas a facilitar el justificante para poder acudir a las mutuas cuando las personas trabajadoras sufren algún problema de salud laboral. En consecuencia, deben acudir a los servicios públicos de salud para ser atendidos como enfermedad común y, posteriormente, tienen que gestionar la determinación de contingencia. Pero la patronal del sector también presenta resistencia frente a los médicos de la Sanidad Pública, cuyas decisiones deslegitima, torpedea e intenta evitar.
Decidir sobre la enfermedad
Así, las personas trabajadoras de las residencias denuncian que cuando llegan a las mutuas son mal atendidas, considerándoles que todo cuadro de dolencia se debe a que tienen patologías anteriores, en el mejor de los casos les ofrecen analgesia y les instan a incorporarse a trabajar. Situación que se agrava, en algunas ocasiones, por la insistencia empresarial en la inmediata reincorporación de la persona trabajadora.
CCOO invita a las patronales de la Dependencia en Madrid (CEIM y AMADE) a tener una mirada más empática con el Sector de la Dependencia, entendiendo que es un colectivo que forma parte del pilar del Estado de Bienestar y que, contrariamente a lo que CCOO desearía, se ha convertido en una línea de negocio empresarial que se aleja de la obligación de proteger la salud de sus trabajadoras, tal y como se recoge en el artículo 14 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Por todo ello, CCOO reclama que hagan uso de las estadísticas que reflejan, de forma precisa, como es la realidad de los y las profesionales que sobreviven en condiciones penosas, y que reflexionen sobre su grado de responsabilidad, comprometiéndose en el cumplimiento de medidas preventivas y protección a la salud y que desistan de su persecución hacia los y las trabajadoras.