CCOO rechaza que Isabel Díaz Ayuso desprecie la radiotelevisión pública autonómica y a sus profesionales para el debate electoral
Desde el sindicato, reivindican el papel del ente público, «ninguneado por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que, a través de su director de campaña, ha encargado a la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión la organización del único debate electoral en el que ella participará.»
A juicio de la FSC CCOO eran muchos los indicios que llevaban a pensar que la presidenta de la Comunidad de Madrid y su círculo de confianza no tenían la menor intención de promover y asistir a los debates electorales para las elecciones autonómicas del próximo 4 de mayo que tuvieran lugar en la radiotelevisión pública madrileña. «Ni siquiera mostraron el debido respeto institucional, ni con la casa ni con el conjunto de las fuerzas políticas, cuando el pasado lunes se ausentaron de la reunión prevista para tratar el tema.», señalan desde el sindicato.
El pasado miércoles, el responsable de campaña de Isabel Díaz Ayuso, Alfonso Serrano, ha anunciado en redes sociales su decisión de debatir en un espacio fijado y dirigido por la Academia de Televisión. Para CCOO «es una falta de respeto más a las y los profesionales de RTVM y al conjunto de la ciudadanía madrileña. Además, se trata de un hecho sin precedentes en la totalidad de los procesos electorales autonómicos.»
La razón que han esgrimido desde el equipo de Ayuso es la multitud de ofrecimientos que la que la presidenta ha recibido de diferentes medios de comunicación, algo que repite en todos los actos de carácter institucional, también en los procesos electorales, y que tiene tan fácil solución, según el sindicato: basta con ofrecer desde la televisión pública la señal institucional a la totalidad de los medios de comunicación que así lo soliciten.
En opinión de CCOO, la Academia de Televisión «no puede prestarse al chantaje de quienes no respetan el sentido de las instituciones y debe mantenerse al margen de este tipo de maniobras, que únicamente buscan el menosprecio y deterioro de la imagen de Telemadrid, del trabajo de los profesionales de la radiotelevisión pública madrileña y, por ende, de su propia razón de ser.»