El Frente Polisario anuncia su suspensión de contactos con el Gobierno
- La organización anuncia a través de un comunicado la suspensión de contactos con el gobierno por el apoyo de Pedro Sánchez al plan marroquí y lo acusa de «instrumentalizar la causa saharaui».
El Frente Polisario, liderado por el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Brahim Ghali, decidió este sábado suspender sus contactos con el Gobierno como respuesta al cambio de criterio respecto al Sahara Occidental y el apoyo a las tesis marroquíes.
“El Frente Polisario decide suspender sus contactos con el actual Gobierno español para desmarcarse de utilizar la cuestión saharaui en míseros tratos con el ocupante y acatar las resoluciones de legitimidad internacional que reconocen el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y el respeto por las fronteras de su país”, afirma el Frente en un comunicado.
Según el comunicado de la delegación del Frente Polisario para España anunciado esta madrugada, esta decisión es una respuesta a los pasos dados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en respaldo a la “ilegal propuesta del ocupante marroquí que pretende legitimar la anexión de los territorios del Sáhara Occidental por la fuerza e ignorando los derechos inalienables del pueblo saharaui a la autodeterminación e independencia”.
El Polisario recuerda que el Estado español tiene responsabilidad tanto ante el pueblo saharaui como ante Naciones Unidas como potencia administradora del territorio y que estas responsabilidades no prescriben.
En su comunicado y pesar de la dureza de la decisión, el Polisario agradece a las fuerzas políticas que han apostado por la legalidad internacional en el Congreso de los Diputados y al “amplio y transversal movimiento de solidaridad” con su causa, por llamar de manera rotunda al Gobierno español en la necesidad de retornar a la legalidad internacional.
El drástico cambio de actitud de España ante la cuestión saharaui ha sido el resultado de un acuerdo bilateral suscrito con Rabat el pasado mes de marzo. España había venido defendiendo los acuerdos de la ONU para celebrar un referéndum en el Sahara, para determinar el futuro político de este territorio y del pueblo saharaui, que desde 1975 se encuentra en campamentos de refugiados en Argelia.
La nueva posición española ya había sido criticada por la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y el Frente Polisario, que en un comunicado deploraron la «lamentable decisión» tomada por España al apoyar la iniciativa de autonomía propuesta en 2007 por Marruecos.
Así mismo, había provocado la reacción de Argelia, que anunció medidas diplomáticas y comerciales hacia España, en un momento en el que se constituye como un socio clave para hacer frente a la crisis energética.
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