Cinco puntos clave que deben guiar la nueva ley de residuos y empoderar a la ciudadanía hacia una transformación real
- Con el recién aprobado Anteproyecto de Ley de Residuos en Consejo de Ministros y la consulta sobre el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, España decide si busca un cambio real hacia el residuo cero y la economía circular o sigue protegiendo los intereses de la industria que fomenta y defiende el modelo de producción y consumo basado en el ‘usar y tirar’.
- Tras una reunión con el Secretario de Estado Hugo Morán y su equipo, la Alianza Residuo Cero tiende la mano al Ejecutivo para poner en marcha políticas ambiciosas que pasan por la eliminación de productos innecesarios, el impulso de la reutilización de envases, productos de higiene y textil, la durabilidad de los productos de consumo, el sistema de depósito para envases de bebidas y la recuperación masiva y de calidad de la materia orgánica.
Tras los últimos movimientos del Ejecutivo Español, nos encontramos en un marco político muy interesante para hacer realidad una Transición Ecológica y Energética satisfactoria. Durante el último mes, España ha empezado a avanzar a nivel normativo en el camino hacia el residuo cero y la economía circular real. Ahora bien, el impulso por parte del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico para esta más que necesaria transformación parece, de momento, falto de ambición.
Los miembros de la Alianza Residuo Cero valoran que, si de verdad se busca una transformación del modelo productivo que elimine todos los daños medioambientales y posibilite la creación de riqueza y de empleo de manera sostenible, no valdrán políticas de medias tintas ni objetivos que se queden a medio camino. Como sociedad, debemos priorizar poner la vida en el centro de nuestras actuaciones políticas y económicas y, por lo tanto, el foco debe estar en el ciclo de vida completo de los productos, de un modo que permita preservar los recursos y cerrar el círculo.
Para ello, la Alianza Residuo Cero pide un posicionamiento decidido al Ejecutivo que incluya las CINCO LÍNEAS
ESTRATÉGICAS que proponemos para priorizar el bienestar de la ciudadanía y el impulso de una economía diversificada y sostenible:
1. Facilitar el derecho y el acceso a consumir sin llevarnos a casa productos que no necesita envases (embalajes, cápsulas, etc.) y que acaban convirtiéndose en residuos que ni se reutilizan, ni se reciclan, ni se compostan. Así, se evitará el coste que injustamente pagamos la ciudadanía y haremos que lo asuma la industria, que es quien pone el producto innecesario y contaminante en el mercado.
2. Asegurar una oferta amplia de productos y elementos reutilizables y libre de tóxicos, como las botellas de bebidas o los envases de alimentación de vidrio rellenables o los productos de higiene como la copa menstrual, las compresas de tela o las cuchillas de afeitar con recambios, entre otros elementos.
3. Ofrecer la seguridad de poder comprar productos que duren en el tiempo y que se puedan reparar fácilmente, así como prohibir productos que no sean reutilizables, reciclables o reparables y la obsolescencia programada. Abrir también la discusión sobre residuos que han quedado u olvidados (muebles, colchones o plásticos para uso agrícola, por ejemplo) o postergados en el tiempo (residuos textiles).
4. Habilitar de manera inmediata un Sistema de Depósito que permita a la ciudadanía devolver los envases de bebida al comercio para que los 30 millones de latas, botellas y briks que cada día se pierden en España puedan reutilizarse y reciclarse en vez de acabar contaminando nuestro entorno.
5. Implantar la recogida separada de la materia orgánica de manera inminente asociándose a un programa educativo que despliegue la potencialidad del compostaje descentralizado por todo el país como mejor opción, no solo a su gestión sino también a la necesaria regeneración de nuestros suelos. Favorecer para esta recogida sistemas transparentes y/o individualizados de éxito demostrado como el ‘Puerta a Puerta’ o el ‘quinto contenedor cerrado’.
Desde la Alianza Residuo Cero se considera positiva la voluntad de diálogo por parte de los responsables del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Por ello que sus miembros reiteran su compromiso para colaborar en una transformación real hacia la prevención, la reutilización y el reciclaje de calidad en vez de perpetuar las soluciones y los intereses de la misma industria (supermercados, envasadores y gestores de residuos) que genera el problema.
La propia vicepresidenta Teresa Ribera se ha declarado alarmada por el aumento de los plásticos de un solo uso, especialmente durante la pandemia. Para conseguir esa transformación hacia el residuo cero, la Alianza Residuo Cero, mediante las cinco líneas estratégicas que proponemos, cree primordial incorporar en la normativa las siguientes medidas y objetivos:
- Para evitar productos y elementos innecesarios, se deben establecer objetivos de reducción de envases del 50% para el 2025 y del 80% para el 2030 con un gravamen progresivo gestionado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico que no desaparezca hasta que se logre el cumplimiento de los objetivos fijados. En este sentido, la tasa para envases desechables de plástico propuesta por el Ejecutivo no es suficiente ya que acabará repercutiendo en los consumidores y no fomentará la reutilización.
- Para fomentar la venta a granel y la oferta amplia de productos reutilizables, se deben establecer ayudas económicas e incentivos fiscales que potencien la utilización de estos envases o productos por encima de los de un solo uso y marcar objetivos de reutilización. Hay muchos productos que tienen la opción reutilizable. A modo de ejemplo, los envases reutilizables deberían corresponder al menos a un 70% del total de los envases de bebidas para el año 2030; los productos menstruales, pañales y toallitas húmedas deberían ser reutilizables en un 30% en 2030 o, el textil, debería tener un objetivo de reutilización del 50% para el 2030.
- Sobre los envases de bebidas y su Real Decreto, se debe apostar decididamente por un sistema de depósito para envases de agua, refrescos, zumos y cerveza a partir del 1 de enero de 2023. En los últimos tres años, 14 países y regiones en el mundo, como por ejemplo Portugal, han legislado a favor de devolver las latas y las botellas a la tienda para acabar con su abandono masivo en el entorno y conseguir reutilizar y reciclar más del 90% de estos envases.
- En cuanto a la materia orgánica de los residuos municipales, no se puede esperar a 2023 para su implantación total, la fecha debe ser adelantada a 2022. Además, se debe fijar un objetivo del 75% de recogida selectiva con menos del 5% de impropios priorizando sistemas más eficiente como el ‘Puerta a Puerta’ o el ‘quinto contenedor cerrado’.
- Respecto a los tratamientos finalistas, existe la necesidad urgente de establecer un impuesto estatal único al vertido y a la incineración. En el Estado español estamos llevando a vertederos más del 60% de los residuos municipales. Solo con la imposición de ese impuesto, solicitado por la Comisión Europea innumerables veces al Reino de España, podemos hacer que el vertido sea la ‘solución’ residual y no la central como ahora. De hecho, esto es lo que ha sucedido en países que han establecido este impuesto como Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda.