Redacción •  Actualidad •  10/07/2024

ACNUR pide a los parlamentarios solidaridad y responsabilidad para reforzar la protección de menores migrantes y refugiados

  • Entre quienes están llegando a Canarias desde las costas oeste y norte de África, hay un porcentaje importante de niños, niñas y adolescentes no acompañados que el gobierno canario estima actualmente en unos 5.700.
ACNUR pide a los parlamentarios solidaridad y responsabilidad para reforzar la protección de menores migrantes y refugiados

La Agencia de la ONU para los Refugiados se ha dirigido a los grupos parlamentarios para trasladarles su preocupación por la difícil situación de los menores no acompañados llegados por mar a Canarias, entre los que también hay refugiados y pedir soluciones reforzadas acordes a sus necesidades de protección. Entre quienes están llegando a Canarias desde las costas oeste y norte de África, hay un porcentaje importante de niños, niñas y adolescentes no acompañados que el gobierno canario estima actualmente en unos 5.700. La Representante de ACNUR en España, Sophie Muller, remitió el pasado viernes una carta a los portavoces de los grupos parlamentarios en el Congreso, pidiéndoles abordar la situación especialmente vulnerable de este colectivo desde un enfoque que garantice el respeto por los derechos de estos menores y una responsabilidad compartida. En este contexto y como parte de los esfuerzos para abordar la situación, ACNUR, en colaboración con la Consejería de Bienestar Social, Igualdad, Juventud, Infancia y Familias de Canarias, realizó 576 entrevistas a niños, niñas y adolescentes acogidos en 37 centros de menores. El estudio se llevó a cabo entre febrero y abril, con el objetivo de conocer los perfiles, darles voz e identificar áreas que necesitan refuerzo en la respuesta de protección. Las conclusiones de este ejercicio han permitido constatar que, al menos, un 55% de los menores entrevistados, podrían encontrarse en necesidad de protección internacional. Se trata de niños y niñas que han huido de conflictos armados como el de Mali, que han sufrido violaciones de derechos humanos, violencia sexual y de género, incluida mutilación genital femenina o matrimonio forzoso y precoz, o que sufren persecución por pertenecer al colectivo LGBTIQ+, entre otras circunstancias. Aunque este porcentaje no es extrapolable al total de menores que llegan a Canarias, sí es indicativo de que hay un elevado número que podrían ser refugiados y deberían ser canalizados a través de un procedimiento de asilo ágil y eficaz. “El perfil particularmente vulnerable que presenta este colectivo requiere de una respuesta decidida, estable y previsible para todos los niños, niñas y adolescentes, incluidos aquellos que se encuentran en necesidad de protección internacional” dijo Muller, indicando que la respuesta debe estar inspirada y ser acorde con la Convención sobre los Derechos del Niño y a la Convención de Ginebra de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados. “La identificación de sus necesidades específicas y de sus necesidades de protección internacional, es esencial para garantizar el interés superior de estos menores y evitar que se vean expuestos a nuevas y mayores situaciones de riesgo añadió la Representante de ACNUR en España. Con el fin de reforzar la protección a la infancia refugiada, entre otras acciones, ACNUR firmó con la Consejería de Bienestar Social, Igualdad, Juventud, Infancia y Familias de Canarias el 27 de junio un protocolo para apoyar a los profesionales en la identificación de necesidades de protección internacional de los niños, niñas y adolescentes refugiados, así como su seguimiento. Este protocolo, se ha desarrollado en el marco del grupo de trabajo de los Referentes de Asilo y Menores de Canarias, liderado por ACNUR e integrado por representantes de la Dirección General de protección a la infancia y a las familias, entidades colaboradoras y cabildos. Desde hace casi un año se ha producido un considerable incremento en las llegadas por mar hacia las Islas Canarias, 19.500 personas en lo que va de año, principalmente procedentes de Mali, Senegal, Mauritania y Marruecos. Se trata de movimientos mixtos de migrantes, que dejan sus países por falta de oportunidades de subsistencia, por la pobreza o por las consecuencias del cambio climático, pero también, y en una proporción muy significativa, de refugiados, que se han visto forzados a huir por la inestabilidad sociopolítica, por conflictos, violaciones de derechos humanos o persecución en sus países de origen.Esta situación es el reflejo del contexto mundial en el que se registran ya más de 120 millones de personas refugiadas y desplazadas forzosas, según el último informe de ACNUR. A la luz de este contexto, la Representante de ACNUR en España ha reiterado el apoyo a las propuestas encaminadas a reforzar el sistema de protección de niños y niñas no acompañados, para que sea más previsible y sostenible. Asimismo, ha solicitado a los grupos parlamentarios que pongan en el centro la situación de niños y niñas no acompañados, pero no desde el punto de vista de las dinámicas políticas sino desde la perspectiva de sus necesidades. “Quisiera animarles a trabajar para llegar a soluciones basadas en el Derecho Internacional y en el espíritu europeo de solidaridad y responsabilidad compartida, en especial tratándose de una tema tan sensible como la protección de niños y niñas” sentenció Muller, quién ofreció la colaboración de ACNUR en este cometido.


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