Redacción •  Actualidad •  10/11/2022

Doble convocatoria en defensa de la Atención Primaria y contra el cierre de los SUAP, en Carabanchel y en el centro de Madrid

  • Jueves 10 de noviembre a las 18:30h, manifestación desde el Centro de Salud Abrantes, Avenida de Abrantes 55 (Madrid).
  • Domingo 13 de noviembre a partir de las 12:00h, manifestación unitaria por el centro de Madrid hasta Atocha.
  • Esta semana llamamos a los vecinos y a las vecinas de Carabanchel a participar en dos movilizaciones en defensa de nuestra sanidad pública y de nuestros centros de salud: la ya habitual manifestación de los jueves ante el Centro de Salud de Abrantes, y el domingo en la movilización organizada por los barrios en lucha por la sanidad pública que en forma de cuatro columnas confluirá en la plaza de Cibeles.

Doble convocatoria en defensa de la Atención Primaria y contra el cierre de los SUAP, en Carabanchel y en el centro de Madrid

Comunicado Asamblea Carabanchel

En primer lugar queremos resaltar que desde este jueves, cambia el horario de las manifestaciones semanales y que estas adelantan su inicio para empezar a las 18:30h.

También queremos desatacar la gran lección de dignidad y lucha, que día a día y semana a semana, estamos dando las vecinas y vecinos con nuestras incesantes movilizaciones en defensa de la Sanidad Pública en los diferentes barrios y pueblos de Madrid. Todo este trabajo y fuerza confluirá este domingo 13 de noviembre, cuando vecinas y vecinos llegados de toda la Comunidad recorreremos en cuatro columnas las principales calles madrileñas para encontrarnos en Cibeles. Bajo el lema ‘13-N: Madrid se levanta por la Sanidad Pública‘ esperamos protagonizar una de las protestas contra el desmantelamiento del SERMAS -Servicio Madrileño de Salud- más importante de los últimos tiempos.

Y hablamos de la fuerza de los vecinos y vecinas de Madrid porque con nuestras concentraciones, acampadas y manifestaciones hemos hecho recular en más de una ocasión las intenciones del gobierno de Ayuso respecto a los recortes en Atención Primaria.

El Servicio Madrileño de Salud cuenta básicamente con dos niveles asistenciales: la atención hospitalaria y la atención primaria. A su vez la Atención Primaria está formada por 266 centros de salud y 166 consultorios locales. Además este primer nivel asistencial contaba con dos tipos de servicios de urgencias: en las zonas rurales existían 40 Servicios de Atención Rural (SAR), y en la zona metropolitana la atención urgente corría a cargo de los 37 Servicios de Urgencia de Atención Primaria (SUAP).

Durante la pandemia los SUAP fueron cerrados por la Comunidad de Madrid y su personal fue trasladado para cubrir primero el hospital de campaña de IFEMA, más tarde enviado a diferentes lugares para poner las vacunas de COVID, y por último se les llevó al hospital Zendal. Han pasado más de dos años y medio moviendo a estos y estas profesionales obligatoriamente de un lugar a otro para tareas que no eran las suyas, por lo que de unos 580 efectivos al final han quedado unos 146 (según cifras de l@s propios trabajadores pues nada ha publicado de esto la administración madrileña).

En el último año con mayor intensidad la movilización ciudadana ha ido en aumento, exigiendo en sus barrios y pueblos que sus centros de salud tuviesen el personal necesario para ser vistos presencialmente, y que los SUAP se reabriesen. Esto presionó al gobierno del Partido Popular y a su presidenta a la apertura de los mismos.

Cabe recordar que a finales del pasado junio, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Diaz Ayuso, anunció que “todos los centros de urgencias de atención primaria serán abiertos nuevamente”. Lo hacía justo 10 días después de que su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, expusiera su plan para reabrir solo 17 de los 37 servicios de urgencias cerrados durante la pandemia. Era una rectificación en toda regla, que la presidenta asumía como tal. “La presidenta ha escuchado a los madrileños”, subrayaba aquellos días el número dos del Gobierno regional, Enrique Ossorio.

Sin embargo los SUAP no se han reabierto como estaban antes de la pandemia, entre otras cosas porque ya no había personal suficiente, y sobre todo porque el gobierno lo quería hacer a su manera.

El Plan que han aplicado para la reapertura de los SUAP ha consistido en que el personal de los SAR cubriese también las urgencias metropolitanas. Esto no sólo implicaba el desmantelamiento de los SAR sino que sin nuevas contrataciones de profesionales, las cuentas no salían: no se podría cubrir los nuevos 78 Puntos de Atención Continuada (PAC), como ahora han pasado a llamarse las urgencias extrahospitalarias, con el personal de 40 SAR, unos 700 efectivos -de los que más de un 15% de sus médic@s acaban de dimitir- más 146 profesionales que quedaban de los 37 antiguos SUAP.

A las pocoas horas de la puesta en funcionamiento de los PAC la situación era caótica y lo sigue siendo ahora. La falta de profesionales hacía inviable su apertura, y cuando se ha forzado que estuviesen abiertos, estos centros no tenían médic@s -entre un 40% y 70% de los dispositivos-, o falta el personal de enfermería -entre un 13% y 26%. Esto hizo que se sucedieran las dimisiones de altos cargos de la gerencia de atención primaria, y de mandos intermedios responsables de llevar a cabo la apertura de los PAC.

Sin embargo en el rechazo de esta reforma no solo están los y las trabajadoras de las urgencias extrahospitalarias, también nos oponemos frontalmente los usuarios y usuarias de la sanidad pública: entre los demoledores efectos de la reforma propuesta por la Consejería de Sanidad, cabe destacar que va a suponer el fin de la atención médica en los centros de salud a partir de las 17:00h, hora a partir de la cual nos mandarán a los PAC a ser atendidos. El escenario que se presenta es aterrador, por ejemplo en Carabanchel, distrito de más de 260.000 habitantes, tendremos más remedio que ir al único PAC del barrio para ser atendidos por un o una médica -no sólo urgencias, cualquier otra consulta- a partir de las 17:00h, ya que a partir de esa hora en los centros de salud sólo habrá enfermeras, celadores y personal administrativo.

Después de una semana de su puesta en marcha el caos y la conflictividad es bastante alta: hay en marcha una huelga indefinida de médic@s de atención primaria convocada para el 21 de noviembre, por su parte hay también huelgas convocadas para varios fines de semana en los nuevos PAC. Y el próximo día 13 está llamada toda la población, vecinos y vecinas junto a trabajadores y trabajadoras sanitarias a cuatro marchas que confluirán en el centro de Madrid contra el “plan de destrucción de la Atención Primaria”.

Y es que este plan de destrucción de la Atención Primaria lo notamos los y las usuarias de la sanidad pública, y de de forma muy descarnada los y las vecinas del barrio de Abrantes, en Carabanchel el Centro de Salud de Abrantes. Este centro de salud que atiende un área con una población de 30.000 personas tenía en febrero de 2020, justo antes del inicio de la pandemia, 16 facultativos de familia. Ahora no llega a tener 10 -su número puede variar según los días si hay bajas.

Lo peor es que una situación similar se repite en los centros de salud de toda la comunidad de Madrid. Por ello los vecinos y vecinas de los diferentes barrios y pueblos llevamos más de dos años movilizándonos en defensa de nuestros centros de atención primaria, porque se reabran con personal suficiente las urgencias cerradas, contra el cierre de los centros
de salud a las 17h y para que aumente el personal en médicos de familia, pediatras, enfermeras y resto de categorías, todas necesarias.

Desde Abrantes los y las vecinas movilizadas, hemos confluido con esos otros barrios de Madrid movilizados en una gran plataforma de Barrios y Pueblos en Lucha en Defensa de la Sanidad Pública, convocante de la manifestación del 13 de noviembre.

Desde Abrantes nos vamos a sumar a la Columna Sur, y nuestra cita es a las 12:00h en Atocha, junto a los otros barrios y pueblos del sur de la comunidad.

Un jueves más llamamos al vecindario a movilizarse y participar en las protestas, no queremos que se normalicen su desmantelamiento, que demos por buenos los recortes, que nos acostumbremos y aceptemos una situación de maltrato que para miles de madrileños y madrileñas deja nuestro derecho a la salud en papel mojado.

Luchemos por una sanidad pública, universal y de calidad, no sólo para el barrio, sino para toda la Comunidad de Madrid. Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud. ¡No nos mires y únete! ¡Por ti, por el barrio!


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