Berenjenal político para el alcalde de Valdepeñas: la volubilidad de Jesús Martín sobre la minería de tierras raras desata el rechazo social por su «absoluta falta de criterio» y los riesgos para la imagen del sector agroalimentario
Vecinos y agricultores de la provincia de Ciudad Real manifiestan su estupor ante los constantes vaivenes del regidor mientras que la Fundación Savia advierte de «la grave afección» que la actividad extractiva de Quantum Minería podría tener sobre entidades de referencia como la Denominación de Origen Valdepeñas o los Consejos Reguladores del aceite de oliva del Campo de Montiel y del queso y cordero manchegos.
El último comunicado municipal de Jesús Martín Rodríguez Caro desde el consistorio no ha pasado desapercibido en la provincia de Ciudad Real, sobre todo para vecinos y productores agroalimentarios de la zona afectada por los proyectos de exploración de tierras raras de la mercantil Quantum Minería en Santa Cruz de Mudela, Torrenueva y Valdepeñas.
EL ALCALDE DE LA «FÁBRICA DE IPHONES»
En enero de 2016, el propio Martín anunciaba en rueda de prensa la presentación de alegaciones a los planes de la minera en los proyectos «Matamulas» y «Rematamulas» cuando ni siquiera afectaban directamente a su localidad. En aquel momento, para el regidor, no se gozaba de la seguridad que la minería de tierras raras no fuera a generar «ningún daño colateral ni al medio ambiente ni al ecosistema ni a la salud de los ciudadanos». «Empezaré diciendo que a título personal y en nombre de mis compañeros el proyecto no nos gusta. Lo digo por generar un posicionamiento», justificaba entonces.
Ocho años más tarde, y en franca minoría municipal -sostenida en ocasiones gracias a la abstención de Vox- y descabalgado de su puesto en el Senado estatal -presumiblemente por el bajón en su apoyo electoral-, el mismo dirigente local dice que si gracias a la minería de tierras raras es posible fabricar iPhones en Valdepeñas, pues «divinamente». Aún así, el regidor ha subrayado que se trata de un proyecto de investigación y no de explotación «para conocer cuánto y de qué pureza es el mineral que existe».
RECHAZO SOCIAL A LA MINERÍA DE TIERRAS RARAS
Para las comunidades afectada por el proyecto de investigación «Neodimio», que alcanza casi las 9.000 hectáreas de superficie el «veleteo» y «volubilidad» de Jesús Martín se hace insoportable. En este sentido, fuentes de la lucha contra la minería de tierras raras en Ciudad Real han manifestado la «absoluta falta de criterio» del alcalde de Valdepeñas y su irresponsabilidad política para con la salud pública y los sectores productivos.
También en referencia a la importancia de proteger al sector agroalimentario ha hablado la Fundación Savia, que alerta de «la grave afección» que la actividad extractiva de Quantum Minería podría tener sobre entidades de referencia a nivel estatal como la Denominación de Origen Valdepeñas o los Consejos Reguladores del aceite de oliva del Campo de Montiel o del queso y cordero manchegos.
Para esta reconocida entidad los intereses económicos y culturales de la comarca afectada van en contra del proyecto de Quantum Minería pues «atenta directa e indirectamente al desarrollo sostenible presente y futuro dados los efectos y sinergias negativas» sobre la economía social de la zona, algo bien distinto a lo publicitado por su promotor Enrique Burkhalter Thiebaut.
OPOSICIÓN FRONTAL DE IZQUIERDA UNIDA
Izquierda Unida también ha terciado en la polémica de las tierras raras. El coordinador regional de la formación progresista, Juan Ramón Crespo, ha asegurado en rueda de prensa que su grupo moverá ficha contra este tipo de proyectos de carácter especulativo que vuelven a poner en peligro el modelo de desarrollo en Ciudad Real y Castilla-La Mancha al plantear un plan extractivo rechazado en su día tanto por entidades vecinales como la Plataforma Sí a la Tierra Viva, el sector agropecuario, grupos ecologistas y la inmensa mayoría de la población de las zonas afectadas. Razones que, además, quedaron explicitadas tras la cancelación de la iniciativa de Quantum Minería por parte de la Junta de Castilla-La Mancha y finalmente por los tribunales, que desestimaron el recurso interpuesto por la empresa contra la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) negativa dictada por la Junta de Comunidades.
«De nuevo, grupos de inversores especulativos ponen los ojos sobre Castilla-La Mancha, aprovechándose de la baja densidad demográfica de nuestras zonas rurales, para instalar la industria sucia e insalubre que nadie quiere. Pero como hace casi una década, la sociedad les volverá a decir que ningún especulador puede venir a Castilla-La Mancha a poner en peligro el modo de vida de los pueblos de Ciudad Real, que en muchos casos se basan en la agricultura, la ganadería y la industria agropecuaria, y más en concreto, en el vino, el aceite y la ganadería ovina. Sin olvidar el atractivo que para el turismo tiene el paisaje y la fauna y flora de esta parte de la provincia», ha explicado Juan Ramón Crespo anunciando que la formación presentará mociones de rechazo en los tres ayuntamientos implicados.