Pablo Iglesias se reúne con el presidente de EEUU, Barack Obama

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se encontró ayer en la base militar de Torrejón de Ardoz con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el marco de su visita a España y su ronda de reuniones con los principales líderes políticos.

Iglesias llevó como obsequio al presidente estadounidense el libro “The Lincoln Brigade. A picture history” (“La brigada Lincoln. Una historia en fotos”), en recuerdo de esta unidad de voluntarios que acudieron a combatir en favor de la Segunda República durante la guerra civil española.

El motivo del regalo se explicaba en una dedicatoria, manuscrita, que en su traducción al español dice: “Los primeros estadounidenses que vinieron a Europa a luchar contra el fascismo fueron los hombres y mujeres de la Brigada Lincoln. Transmita, por favor, al pueblo estadounidense la gratitud de los demócratas españoles por el ejemplo antifascista de aquellos héroes. Entre ellos estaba Oliver Law, el primer afroamericano que comandó tropas estadounidenses. En memoria de aquellos héroes. Un abrazo, presidente Obama”.

El responsable de Relaciones Internacionales de Podemos, Pablo Bustinduy, que acompañaba a Iglesias, ha tenido ocasión de transmitir a los representantes de la embajada estadounidense las condolencias de la organización por los recientes sucesos en la ciudad de Dallas y su preocupación por los asesinatos de personas afroamericanas a manos de la policía.

Durante el breve encuentro, Iglesias ha conversado con el presidente estadounidense acerca de la política europea y estadounidense y le ha transmitido su afinidad con el senador demócrata Bernie Sanders.

Para Podemos, este encuentro entra dentro de la normalidad de los viajes de Estado y supone cierto reconocimiento al cambio político en España. Sin embargo, en los últimos días la formación ha venido expresando su visión crítica hacia algunos aspectos de la política estadounidense reciente: el intervencionismo belicista de su política exterior, que ha generado consecuencias desastrosas; la quiebra de un modelo social caracterizado por el agudo aumento de la desigualdad y la soberanía de un poder financiero descontrolado e impune; y, especialmente, el rechazo integral al proyecto del TTIP y la firme intención de impedir que salga adelante, en tanto afecta al modelo de sociedad europea y limita los derechos sociales, laborales y medioambientales.