CGT respalda la convocatoria de huelga en EMT
La sección sindical de CGT en EMT València muestra su respaldo a la decisión de la asamblea de trabajadores de la empresa pública de aceptar la propuesta de paros y movilizaciones realizada por el Comité de empresa ante la falta de ratificación del preacuerdo de convenio colectivo, el incumplimiento del acuerdo de 21 de agosto de 2019 y por la mejora de las medidas de seguridad e higiene para usuarios y empleados ante la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 porque “no se puede permitir el expolio de lo público”.
La asamblea de trabajadores de EMT València ratificó el martes la propuesta del Comité de empresa de realizar paros de 2, 4, 6 y 8 horas por turno a partir del próximo 15 de setiembre.
Representantes de los trabajadores de la empresa municipal informan de que esta convocatoria viene dada por la falta de ratificación del preacuerdo de convenio suscrito el 13 de marzo, el incumplimiento del acuerdo del 21 de agosto por la externalización de los trabajos del Área Técnica, el impago de la prima de absentismo, de primas de formación y días de convenio de 2019, la eliminación de los wáteres provisionales, la mejora de la limpieza y el mantenimiento y la mayor protección frente a la COVID-19.
Desde la sección sindical de CGT en EMT explican que respaldan esta decisión, ya que “se trata de un servicio esencial y como sociedad no se puede permitir el expolio de lo público”.
“Defendemos unos servicios públicos sociales y de calidad que son incompatibles con la privatización, la subcontratación y la precarización a la que nos enfrentamos”, inciden desde la organización anarcosindicalista, que pone como ejemplo “el hacinamiento que sufren usuarias y usuarios en algunas líneas, a determinadas horas, al verse reducido el servicio programado para 2019-2020 por los efectos de la COVID-19”, remarcando que “una de las exigencias es que haya un cien por cien del servicio programado”.
Para la Confederación General del Trabajo esta convocatoria “no es por motivos económicos”, afirman mientras informan sobre la situación de “7 trabajadores que tenían que haber entrado a trabajar el 23 de marzo, que fueron llamados por la empresa y no fueron contratados, dejando muchos de ellos sus empleos y quedando en la peor de las circunstancias económicas: sin ingresos ni derecho a paro y las mensualidades de la hipoteca venciendo” o “el despropósito de los váteres y la precariedad higiénica que sufren las personas conductoras diariamente, las bolsas de peones acordadas en agosto 2019 o las subcontrataciones y externalizaciones que siguen dándose en esta empresa pública”.
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