Cantabristas denuncia el “despilfarro” de 6,7 millones de euros en el proyecto ‘Santander Smart Citizen’

Cantabristas ha denunciado este viernes que el proyecto “Santander Smart Citizen”, puesto en marcha por el Ayuntamiento de Santander y cofinanciado por la entidad estatal Red.es, y que supone una inversión de 6,7 millones de euros, es un “ejemplo de despilfarro y mala gestión del dinero público”, en lo que consideran “una aplicación de utilidad dudosa y elevado coste económico, en la línea de la Smart City, que lleva más de una década en funcionamiento sin que nadie sepa exactamente qué aporta a los vecinos y vecinas de Santander”.

Desde el Conceju Local de Cantabristas Santander señalan que “en una ciudad que arrastra problemas graves de limpieza, transporte, empleo y acceso a la vivienda”, destinar millones de euros a proyectos como este, “denota un enorme desconocimiento y desinterés por los problemas reales de los santanderinos, que no necesitan más aplicaciones móviles sino que los servicios funcionen correctamente”. En ese sentido, ponen como ejemplo el problema de las basuras, “un problema que la Smart City no ha resuelto ni va a resolver”.

Respecto a la participación, que también aparece como uno de los objetivos del proyecto ‘Santander Smart Citizen’, desde la formación Cantabrista consideran que “ha quedado más que patente a lo largo de todos estos años el absoluto desinterés y desprecio del Consistorio por la participación” y consideran que “difícilmente una app va a fomentar lo que no ha sido posible hasta ahora, porque el problema no es la plataforma desde la que se participa sino la voluntad del Ayuntamiento de que esa participación exista”.

En relación con el contenido de Smart Citizen, que implicaría, según el Ayuntamiento, el desarrollo de una tarjeta ciudadana y “la creación de un nuevo concepto de gestión del ciudadano 360 grados”, desde Cantabristas se preguntan si, más bien, “no necesitaremos una gestión del político de 180 grados, para no quedarnos donde estamos, sino cambiar de rumbo hacia un modelo de ciudad racional y una utilización responsable del dinero de todas y todos”.