Carabanchel retoma las protestas semanales en defensa de la sanidad pública
- Tras un parón durante las fiestas de navidad, este jueves 12 de enero convocamos a los vecinos y vecinas de Carabanchel a retomar las calles para manifestarnos en defensa de la Atención Primaria y de la sanidad pública de calidad que merecemos.
- Jueves 12 de enero de 2023 a las 18:30h, manifestación desde el Centro de Salud Abrantes, Avenida de Abrantes 55 (Madrid).
Comunicado Asamblea Carabanchel
Hay que resaltar que el jueves 12 de enero llevaremos dos años y 5 meses de lucha en defensa del centro de salud de Abrantes, en el madrileño distrito de Carabanchel. Lucha que empezó en septiembre 2020 cuando en la puerta de este ambulatorio apareció un cartel indicando “No hay médicos ni de mañana ni de tarde”. Desde entonces, salvo algún paréntesis -como el que hacemos ahora esta Navidad-, cada jueves cientos de vecinos y vecinas nos hemos movilizado ante nuestro centro de atención primaria para exigir que este no se cerrara y en defensa de una sanidad pública. Y aunque gracias a estas constantes protestas ha recuperado algunas profesionales, el CS Abrantes, que atiende un área con una población de 30.000 personas, está en una situación muy difícil. Si antes de la pandemia tenía 16 facultativos/as, ahora nunca hay más de 10 -su número varía cada día. Es decir, que se ha quedado con un tercio menos de los médic@s de familia que tenía.
La lucha en defensa de la Sanidad Pública sigue
El Gobierno de la Comunidad de Madrid lleva décadas de política deliberada de desmantelamiento y privatización de la sanidad pública. Es la comunidad autónoma que menos porcentaje de inversión realiza en atención primaria y la que dedica más porcentaje de su presupuesto a pagos a la sanidad privada. En 2012 lanzó un plan de privatización de 9 hospitales y 32 centros de salud que no se llevó a cabo sólo por la enorme movilización social de rechazo a esta medida y por las sentencias judiciales que le fueron contrarias. Cuando llegó la pandemia y más necesitábamos servicios sanitarios el gobierno de la Comunidad cerró las urgencias de atención primaria y el pasado 31 de marzo de 2022 despidió a más de 6000 profesionales sanitarios.
En este contexto, después de años de estrangulamiento y de recortes, primero vecinas y vecinos y después profesionales de la sanidad nos hemos echado a la calle a decir basta y a reclamar más inversión y medios humanos y materiales para la sanidad pública. Como ya se ha dicho antes, el centro de Salud Abrantes, en el distrito madrileño de Carabanchel llegó a estar sin ningún médico de familia. Otros centros de salud de la periferia sur de Madrid estuvieron en condiciones muy similares. No es de extrañar que haya sido en torno a estos centros de salud como se ha originado una nueva ola del movimiento de protesta en defensa de la sanidad pública. A las regulares manifestaciones en las ciudades y barrios se le han sumado acampadas y otras formas de protesta. Destacar la histórica manifestación del pasado 13 de noviembre por el centro de Madrid donde centenares de miles de personas mostramos que somos muchas, muchísimas personas quienes expresamos que no vamos a permitir que desmantelen y acaben con el sistema público de salud.
A la exitosa manifestación del pasado 13 de noviembre le siguió la huelga de las y los médicos de familia. No era una huelga para reclamar mayor salario o mejores condiciones laborales. Era una huelga donde reclamaban la contratación de más profesionales médicos para poder hacer mejor su trabajo y poder tratar mejor a sus pacientes, es decir, donde reclamaban que se afrontara y solucionara el principal problema que tiene la sanidad pública. La huelga fue un éxito de seguimiento y se prolongó por más de 5 semanas consecutivas. Ante sus demandas legítimas los y las médicos se encontraron con la cerrazón y el fanatismo de la consejería de Sanidad que despreció sus reivindicaciones como desprecia cada día las necesidades de los y las madrileñas. Ante este inmovilismo, representantes de los y las huelguistas llegaron incluso a protagonizar un encierro de varios días en el edificio de recursos humanos de la Consejería de Sanidad en señal de protesta. La huelga ha sido jalonada de manifestaciones y movilizaciones de solidaridad por parte de profesionales y el conjunto de vecinos y vecinas. Sin embargo agotados por largas semanas de huelga, el 22 de diciembre los y las médicas decidieron suspender la huelga, a la espera de retomar las negociaciones tras el periodo navideño.
La lucha en defensa de la sanidad pública parecía entrar en un impasse. Sin embargo la determinación de sus principales actores se ha mantenido tras el paréntesis de las fiestas.
Por un lado siguen -e incluso aumentan en número- las diferentes protestas vecinales que cada semana se producen en numerosos barrios de Madrid. Por otro, los y las profesionales de la sanidad siguen también con sus protestas. Si del 9 al 11 eran los y las trabajadoras de las urgencias extrahospitalarias las que estaban convocadas a la huelga, la decisión, el miércoles 11 de enero, de la principal organización sindical de los y las médicas madrileñas de llamar a retomar la huelga a los cerca de 5.000 facultativos de familia y pediatras parece ampliar la conflictividad en el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS).
Por eso desde las diferentes protestas vecinales que cada semana se producen en numerosos barrios de Madrid, apoyamos las huelgas de los y las profesionales del SERMAS. Queremos recalcar que estas protestas nacen fruto de los años de abandono sistemático a la Atención Primaria y de la sanidad pública. Son una respuesta al maltrato al que el gobierno autonómico de Madrid somete a los y las trabajadoras de todas las categorías.
Y por ello, aunque la huelga de los y las médicas de familia nos está perjudicando a los y las pacientes, tenemos que hacer el esfuerzo de apoyar a todo el personal sanitario. Esta huelga no es sólo para mejorar los salarios ni sólo por sus condiciones laborales, sino por nuestro derecho a ser atendidos en las mejores condiciones posibles. Debemos entender que tanto el paciente como el médico es víctima, y como pacientes debemos apoyarles en su lucha. Unas mejores condiciones laborales para el personal sanitario se traducen en una mejor atención para los pacientes. Si ellas y ellos ganan la huelga, nosotras y nosotros ganamos también.
Desde los barrios en lucha por la sanidad, ya se está organizando una gran manifestación para el próximo día 12 de febrero. Tenemos que movilizarnos para que sea un éxito similar o aún mayor que la manifestación del pasado 13 de noviembre; tenemos que volver a demostrar que somos más, muchos más, quienes defendemos la sanidad pública.
Asimos en el mes de marzo se quiere hacer un referéndum popular, una consulta ciudadana sobre la sanidad pública. La idea es llenar las calles de nuevo y poner todos los medios posibles para defender esa conquista social histórica que es la sanidad pública. Nos jugamos un modelo de sistema sanitario y también un modelo de sociedad.
El gobierno regional es un ferviente enemigo de todo lo que tenga que ver con el bien común y los servicios públicos. Abandera una ofensiva contra las conquistas sociales y los elementos que palian la desigualdad social y cuidan de las personas más golpeadas por el sistema. Su modelo de sociedad es diametralmente opuesto al nuestro. Y en gran parte es eso lo que se está dirimiendo con la lucha en torno a la sanidad pública. Por eso es tan importante lo que estamos haciendo
Estamos juntos y juntas en la defensa de la sanidad pública.
Luchemos por una sanidad pública, universal y de calidad, no sólo para el barrio, sino para toda la Comunidad de Madrid. Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud. ¡No nos mires y únete! ¡Por ti, por el barrio!
#JuevesPorLaSanidad
#BarriosPorLaSanidadPública