Unidas Podemos propone sustituir el impuesto de patrimonio por otro que grave de forma progresiva solo fortunas superiores al millón de euros
- En nuestro país, el número de contribuyentes que se sitúa en la franja de las fortunas superiores a los 30 millones de euros se ha multiplicado por más de tres en los últimos doce años, precisamente los de la crisis financiera que por lo general ha congelado los salarios de la clase trabajadora.
- El impuesto sería progresivo, de acuerdo con el espíritu de nuestra Constitución: "articulado de forma progresiva, de forma que la mayor parte del impuesto recaiga sobre los 1.000 patrimonios más altos" apuntan fuentes de Unidas Podemos. Quedaría exenta la vivienda habitual hasta 400.000 euros.
Unidas Podemos planea hoy una de las propuestas más ambiciosas para financiar una salida de la crisis distinta a la sufrida en los años posteriores a 2008: crear un Impuesto a las Grandes Fortunas con el objetivo de paliar las desigualdades que puede provocar la crisis económica del coronavirus. Desde Unidas Podemos señalan que el nuevo tributo sustituiría al Impuesto de Patrimonio y gravaría fortunas superiores al millón de euros, consiguiendo una recaudación en torno a 11 mil millones de euros anuales, es decir, el 1% del PIB. La propuesta se llevará a debate a la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social del Congreso de los Diputados que arrancará esta misma semana.
En Unidas Podemos creen que la crisis del coronavirus tiene consecuencias claras y una etapa reconstructiva que deben financiarse: «vamos a necesitar invertir para reconstruir partes de nuestro tejido productivo, para no descuidar la investigación que puede salvar vidas, y para reforzar servicios públicos como la sanidad, la atención social o las residencias donde cuidamos a nuestros mayores». Remarcan que estas formas de corte keynesiano también se van imponiendo tanto en otros países europeos como en EE.UU. dado el fracaso de las recetas neoliberales en la última década.
El impuesto de Patrimonio es directo y personal, y se aplica individualmente, no sobre ingresos anuales o transacciones. Se calcula basándose en el valor de todos los bienes del sujeto pasivo. Está cedido a las comunidades autónomas, de manera que estas pueden aplicar reducciones en el mínimo exento, modificar la tarifa y crear exenciones. Así es diferente según la legislación de las diferentes CCAA. Se cobra a partir de 700.000 euros con una exención por patrimonio inmobiliario de 300.000 € y con tasa entre 0,2% y 3.5% en 2018 (0% en la comunidad de Madrid).
En nuestro país, el número de contribuyentes que se sitúa en la franja de las fortunas superiores a los 30 millones de euros se ha multiplicado por más de tres en los últimos doce años, precisamente los de la crisis financiera que por lo general ha congelado los salarios de la clase trabajadora. Los ricos han pasando de 233 en 2007 a 611 a cierre del ejercicio 2017, y mayor aún en 2020. De ellos, solo 205 tributaban por este concepto en 2017, puesto que el 67,6% se refugia en la Comunidad de Madrid, que se comporta como una suerte de «paraiso fiscal» en cuanto a Patrimonio, ya que el tributo está bonificado al 100% y, por lo tanto, ningún contribuyente paga por él.
No todos aquellos que ingresan más de un millón de euros pagarían igual. El impuesto sería progresivo, de acuerdo con el espíritu de nuestra Constitución: «articulado de forma progresiva, de forma que la mayor parte del impuesto recaiga sobre los 1.000 patrimonios más altos» apuntan fuentes de Unidas Podemos. Quedaría exenta la vivienda habitual hasta 400.000 euros y se aumentaría paulatinamente el pago de fortunas mayores entre un 2 y 3,5%: 2% para patrimonios a partir de 1 millón de euros; 2,5% a partir de los 10 millones; 3% a partir de los 50 millones, y 3,5% a partir de 100 millones de euros de patrimonio. “Es justo que quienes más tienen contribuyan de forma especial a sostener a quienes más se van a ver afectados por la crisis, y al esfuerzo colectivo para que no volvamos a vernos en una situación similar en el futuro” añaden las mismas fuentes, que concluyen justificando la medida en el hecho de que «el 1% de la población con mayor patrimonio acapara una cuarta parte de la riqueza del país, mientras que el 20% más pobre solo posee el 0,1% de la riqueza».