Unidos Podemos insta al Gobierno a tomarse más en serio los instrumentos que regulan el Acuerdo de París
EQUO, miembro del Grupo Parlamentario, presenta una PNL sobre el Reglamento de reparto de esfuerzos de la UE.
La coportavoz de EQUO, Rosa Martínez, y diputada en el GP Unidos Podemos-En Comú Podem – En Marea ha registrado una Proposición No de Ley en la que se insta al Gobierno a defender una postura más firme en las negociaciones en el seno de la Unión Europea sobre el reglamento de reparto de esfuerzos. Este reglamento es la principal herramienta regulatoria comunitaria vinculante para mitigar el cambio climático y que cubre la mayoría de los gases de efecto invernadero que se emiten dentro de la UE.
En concreto la PNL busca apoyar una meta climática más exigente para 2030 y un objetivo del 95% de reducción para 2050, actualmente se baraja una horquilla de entre el 80 y el 95%.
“El apoyo al Acuerdo de París que ha declarado la Unión Europea debe traducirse en objetivos de reducción de emisiones ambiciosos. Ni las directivas de renovables y eficiencia, ni este reglamento están a la altura política del momento. Se están anteponiendo los intereses económicos a los intereses de la ciudadanía de iniciar cuanto antes una transición ecológica justa y democrática de nuestra economía”
Además, desde Unidos Podemos es importante que refleje las emisiones reales y no recompense a los países por el incumplimiento. El diseño actual del reglamento permite a los Estados miembros ser poco ambiciosos y además sacar provecho de este hecho en el caso de que emiten menos que lo previsto.
La PNL también insta a eliminar la posibilidad de utilizar créditos forestales no permanentes para permitir más emisiones de gases de efecto invernadero en otros sectores difusos. Actualmente, la Comisión incluye en su propuesta “mecanismos de flexibilidad” que permiten a los Estados miembros realizar transferencias entre sectores y utilizar la forestación como herramienta, para que los sectores de agricultura y de uso de la tierra, contribuyan a reducir y capturar los gases de efecto invernadero. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos sectores no sólo absorben, sino que también emiten carbono: cuando un árbol crece secuestra temporalmente el CO2, y cuando muere o se retira o termina quemándose libera el CO2 de vuelta a la atmósfera.
Igualmente, la PNL contempla limitar el tamaño de la reserva (“ESR Safety Reserve” o “Early Action Reserve”) que permite a ciertos Estados miembros compensar unas emisiones excesivas acumuladas durante el periodo anterior a la entrada en vigor del Reglamento con derechos de emisiones gratuitos. Esa reserva es problemática porque desincentiva que los países tomen medidas ambiciosas para reducir sus emisiones.
En este sentido, mientras la presidencia maltesa sugería 70 Mt de CO2 como tamaño de la reserva, España pidió que tuviese un tamaño de 140 Mt de CO2. Por su parte, el Parlamento Europeo ha votado 90 Mt. “La cantidad que pide España parece realmente excesiva, ya que es equivalente a las emisiones de 100 millones de coches durante un año. Sobre todo, esa cantidad parece fuera de contexto para un país que quiere estar a la vanguardia del compromiso en la lucha contra el cambio climático” ha declarado Martínez.