Redacción •  Actualidad •  14/06/2024

El río Guadalquivir recibe una «Bandera negra» por el futuro vertido de aguas contaminadas con metales pesados de la mina de Aznalcóllar

  • Botan una «Bandera Negra» al Guadalquivir en el punto de vertido de aguas contaminadas con metales pesados pretendido por la Minera Los Frailes que la Junta de Andalucía ve con buenos ojos.
  • Ecologistas en Acción ha botado una balsa con una bandera negra en el punto de vertido de metales pesados que la minera responsable de la reapertura de las minas de Aznalcóllar pretende realizar frente al estadio olímpico de Sevilla.
El río Guadalquivir recibe una «Bandera negra» por el futuro vertido de aguas contaminadas con metales pesados de la mina de Aznalcóllar

Las banderas negras son una campaña de Ecologistas en Acción por la que se califican de forma negativa los puntos del litoral que presentan diferentes impactos ambientales.

Desde Sevilla nos sumamos a esta campaña señalando el punto de vertido minero que tras arrasar el estuario del Guadalquivir va a dispersarse por el Golfo de Cádiz afectando a todo su litoral.

El vertido no trae nada bueno al ya tocado estuario y puede resultar la estocada mortal que acabe con la biodiversidad que aún viene resistiendo los ataques que nuestra sociedad le viene infringiendo.

Vertidos urbanos e industriales, alteración del régimen fluvial por la acumulación de embalses y presas, intensificación de los usos agrícolas de la cuenca y en el tramo final las actuaciones del Puerto de Sevilla para garantizar la navegabilidad de grandes buques ha llevado al estuario al borde del colapso, un nuevo vertido minero a sumar al que se ha venido produciendo durante los últimos 14 años por la minera Cobre Las Cruces, no parece lo más adecuado para revertir esa situación.

Y es que no se trata sólo de biodiversidad y conservación de especies y ecosistemas sino de mantener unos mínimos de calidad ambiental en el río que permita mantener las actividades económicas que tanto dependen del buen estado ecológico del río para su viabilidad sin comprometer la seguridad alimentaria.

Pesquerías del Golfo de Cádiz que encuentran su sostén en el alevinaje que se da en el estuario, arrozales que beben directamente de éste, piscifactorías que toman aguas del río para sus balsas y en general todo el turismo del que viven las poblaciones de la costa se verán amenazados por ese vertido.

Con la colocación de la bandera negra llamamos la atención de la administración sobre estas cuestiones que no han sido tenidas en cuenta a la hora de evaluar los efectos del vertido a autorizar, estamos a tiempo, hay fórmulas para exigir el vertido cero, háganlo, por el bien de un río que es fuente de vida y trabajo.


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