Ecologistas en Acción denuncia que existen medidas efectivas para paliar las consecuencias de las inundaciones
Ante la devastación de las lluvias torrenciales que están azotando el sureste de la península ibérica, Ecologistas en Acción ha señalado que hay que solucionar el problema de fondo: la edificación en cauces y zonas de alto riesgo de inundación.
Las lluvias torrenciales son propias de nuestro clima y tienen lugar cada año en diferentes puntos del país, pero con el cambio climático estos episodios serán cada vez más intensos y frecuentes.
Ecologistas en Acción ha denunciado que diferentes administraciones incumplen de manera reiterada la normativa vigente y ha instado a tomar las medidas pertinentes para prevenir los desastres asociados a las inundaciones.
Las lluvias torrenciales que están teniendo lugar en Murcia, Almería, Valencia y Alicante estos días no son hechos excepcionales. Casi todos los años caen lluvias con similar intensidad en diferentes puntos de la península ibérica y del archipiélago balear. Para solucionar sus efectos devastadores, Ecologistas en Acción ha declarado que hay que atajar el problema de raíz: frenar y desmontar la edificación en cauces y zonas de alto riesgo de inundación.
En España existen actualmente más de 50.000 construcciones situadas en cauces y zonas de alto riesgo de inundación, en su mayoría viviendas. Una cifra que se incrementa año tras año, por lo que el riesgo de que se produzcan desastres de este tipo y de que siga habiendo víctimas mortales, sigue aumentando. Además, a causa del cambio climático, es previsible que estos episodios de lluvias torrenciales sean cada vez más intensos y frecuentes, y también sus consecuencias.
Santiago Martín Barajas, portavoz de Ecologistas en Acción, ha declarado que «a medio plazo no se puede prever cuánto, cuándo y dónde va a llover. Pero siempre se sabe por dónde va a correr el agua. Lo que hay que hacer es tomar las medidas correspondientes para evitar estos desastres».
El portavoz de la organización ecologista ha recordado que a pesar de que la legislación prohíbe construir en los cauces e incluso obliga a las administraciones a eliminar estas construcciones (artículo 28 del Plan Hidrológico Nacional), casi ninguna administración hace nada por corregir esta situación.
Por otro lado, la solución que se está pidiendo por parte de algunos responsables políticos de forma apresurada de “limpiar los cauces”, refiriéndose a la vegetación no a las construcciones, es completamente contraproducente tanto para evitar los daños de las avenidas como para proteger la biodiversidad. Efectivamente, la vegetación de ribera retrasa la llegada de los caudales punta, disminuye la velocidad del agua y por tanto, sus daños generados.
Por todo ello, Ecologistas en Acción ha declarado la necesidad de tomar medidas sin demora, que se resumen en tres puntos:
1. Evitar nuevas construcciones en cauces y zonas de alto riesgo de inundación.
2. Eliminar de manera progresiva todas las construcciones existentes en esas zonas.
3. Restaurar las áreas afectadas mediante la recuperación del bosque de ribera.