Movilización en Carabanchel en defensa de la Sanidad Pública
Este jueves, 14 de septiembre, vuelven a convocar a los y las vecinas del barrio de Abrantes y del resto de Carabanchel a manifestarse frente al Centro de Salud de Abrantes, con el fin de defender la Atención Primaria y nuestros centros de salud.
Vecinos y vecinas del barrio de Abrante reclaman una reunión con Gerencia de Atención Primaria, la instancia de la administración madrileña que dirige los centros de salud de la comunidad autónoma, para escuchar de sus nuevos responsables explicaciones sobre la situación del Centro de Salud de Abrantes. Es lo que acordaron, la semana pasada, cerca de un centenar de vecinas y vecinos reunidos en asamblea al término de una manifestación que había transcurrido por las calles de barrio en defensa de la sanidad pública. En esta misma asamblea, también se decidió mantener por ahora las protestas semanales.
Comunicado:
En julio, tras las elecciones se produjo un golpe de timón en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, epicentro del descontento popular y blanco de huelgas sanitarias y de dos manifestaciones masivas en las que se reclamaba una sanidad pública de calidad. A los pocos días de su toma de posesión, la nueva consejera, Fátima Matute, hizo una purga -con cinco ceses de altos cargos- en el equipo del anterior responsable de la cartera, Enrique Ruiz Escudero. Matute ha adelgazado la Consejería de Sanidad, dentro de un plan general que afecta todo del nuevo gobierno regional con la eliminación de dos viceconsejerías, la de Asistencia Sanitaria y Salud Pública, y la de Gestión Económica, de forma que este departamento se queda solo con una única viceconsejería genérica de Sanidad y su responsable asume las competencias de la dirección general del Sermas. Al frente está Juan José Fernández, nuevo hombre fuerte de Sanidad, hasta ahora director general de Proceso Integrado y que acumula media decena de puestos en los últimos tres años. Este médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, ha ocupado numerosos puestos tanto en la sanidad pública madrileña como en la privada. A esta estructura básica, compuesta por Matute y Fernández, Consejera y Viceconsejero, se añaden 10 direcciones generales.
Entre los que salen de la administración destaca el hasta ahora viceconsejero de Asistencia Sanitaria, Fernando Prados Roa. Fichado por la propia Ayuso, fue uno de los principales artífices del hospital de campaña de Ifema y del polémico Hospital Isabel Zendal, del que fue coordinador. Este viceconsejero de sanidad y a los 4 meses de cesar en el cargo, ha pasado a ser director médico de un centro privado el Hospital Los Madroños
Entre los cinco altos cargos que también han sido despachados de la Consejería de Sanidad destacan Pedro Irigoyen, hasta ahora viceconsejero de Gestión Económica; a Raquel Sampedro, directora de Recursos Humanos del Servicio Madrileño de Salud (Sermas). Como responsable del Sermas, Sampedro acudió a todas las reuniones con el sindicato Amyts para tratar de desconvocar la huelga más larga de la sanidad madrileña que protagonizaron durante cerca de cuatro meses numerosos facultativos en los centros de salud madrileños. En estas reuniones también estaba Juan José Fernández, ahora premiado con un ascenso. El principal sindicato médico, Amyts, ha calificado a Irigoyen y a Sampedro como “dos personas claves en frenar las reivindicaciones de estabilización laboral“.
Todos estos cargos formaban parte del equipo de Escudero, que ha dejado el Gobierno de Madrid y la Asamblea para ser senador.
Por cierto la nueva máxima responsable de la Sanidad pública madrileña es licenciada en Medicina y Cirugía y médico especialista en radiodiagnóstico y ha estado vinculada a la sanidad privada a través del grupo Quirón. El grupo Quirón, el principal grupo privado sanitario del estado español -propiedad a su vez del Grupo alemán Fresenius, administra cuatro hospitales públicos de gestión privada en la región.
Desde Abrantes, queremos saber de primera mano qué explicaciones tienen los nuevos y nuevas responsables de la administración sanitaria autonómica al abandono del Centro de Salud de Abrantes cuando se han cumplido tres años de movilizaciones constantes en defensa de la sanidad pública ante este ambulatorio. Este centro de salud, que atiende un área con una población de 30.000 personas, en febrero de 2020, justo antes del inicio de la pandemia de la COVID, 16 facultativos de familia (8 en el turno de mañana y 8 en el de tarde). Los recortes y el abandono de la Atención Primaria lo han dejado desguarnecido y ahora cuenta con tan sólo 6 médicas de mañana ¡Y una sola médica en el turno de tarde para un área de 30.000 personas! Y el número de facultativas y facultativos puede variar cada día dependiendo de si hay alguna profesional de baja o, como ha ocurrido este verano, tomando sus merecidas vacaciones. En agosto, por ejemplo el centro ha tenido entre 2 y 3 médicos y médicas de familia, ninguna por las tardes (aunque algunas tardes había un facultativo de urgencias).
No es un caso aislado, situaciones similares se dan el los otros seis centros de salud que hay en el distrito de Carabanchel como consecuencia de los recortes en sanidad. En el conjunto de la Comunidad de Madrid, según estimaciones de profesionales de la salud, faltan un 20% de médicos y médicas de familia.
Por eso, desde hace ya tres años, cada jueves -menos en Navidades y en los momentos más calurosos del verano-, cientos de vecinos y vecinas nos manifestamos con constancia y dignidad. Reclamamos que la administración madrileña revierta el desmantelamiento de la sanidad pública y destine inmediatamente los recursos necesarios para recomponer la tan deteriorada Atención Primaria. Es lo que pretendemos decir directamente a sus responsables solicitando una reunión.
Luchemos por una sanidad pública, universal y de calidad, no sólo para el barrio, sino para toda la Comunidad de Madrid. Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud. ¡No nos mires y únete! ¡Por ti, por el barrio!