El Conceyu contra la Incineración denuncia la intención de aumentar a 100.000 toneladas la quema de residuos en la cementera de Aboño (Asturias)
Cementos Tudela Veguín solicita ampliar las 20.000 toneladas/año de residuos que tiene autorizado incinerar todos los años en la cementera de Aboño a 100.000 toneladas/año de residuos al año tal como se publica hoy en el Bopa.
De esta manera, la cementera va a ganar más dinero a cuenta de contaminar a todos los vecinos de su entorno, porque podrá participar en las subastas de CSR y le pagarán por quemar estos residuos, mientras que el combustible que usa ahora lo tiene que pagar la empresa.
La valorización con combustión de residuos no es una solución, sino todo lo contrario. De hecho, la producción de Combustible Sólido Recuperado (CSR) a partir de residuos urbanos y asimilables constituye una subversión de la jerarquía de residuos y el desaprovechamiento de una gran cantidad de materiales recuperables valiosos. De conformidad con el artículo 10 de la Directiva Marco Europea sobre residuos, los Estados miembros deben velar por que determinados residuos se recojan por separado a fin de prepararlos para la reutilización y el reciclado, y de que no sean incinerados. Pero lo que se quiere hacer por parte del gobierno asturiano es quemar 160.000 toneladas de CSR.
En Asturies se dan los peores datos de reciclado de España, donde solo reciclamos un escaso 23% de residuos urbanos, muy lejos del 50% que nos exige Europa. Estamos muy lejos de ocupar un lugar aceptable en el ámbito de la gestión de residuos y tenemos mucho que reducir, reutilizar y reciclar.
La composición media de los CSR en Europa es 31 % de plásticos, un 13 % de papel y cartón, un 12 % de madera, un 14 % de textiles y un 30 % de otros materiales. Por lo que quemar esta mezcla de residuos es tremendamente peligroso y contaminante.
Numerosos estudios de seguimiento que abordan la problemática sobre la combustión de residuos en diferentes instalaciones (térmicas, cementeras, cerámica, incineradoras, etc.) demuestran que la quema está lejos de ser inocua. Todas las incineradoras son fuentes de contaminación ambiental, ya que emiten sustancias de elevada toxicidad durante el proceso de combustión y enfriamiento como metales pesados (cadmio, plomo, mercurio, cromo, cobre, etc.) y compuestos orgánicos, entre los que destacan las dioxinas y furanos. Estos estudios no dudan en vincular la exposición a estos compuestos con el desarrollo de cánceres, enfermedades respiratorias o malformaciones y en subrayar con preocupación su impacto en los grupos más vulnerables como la infancia.
No es aceptable que, siendo la comunidad autónoma con las mayores tasas de cánceres de toda España, tengamos que soportar mayores niveles de tóxicos ambientales altamente carcinógenos al lado de nuestras ciudades.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático señala como medida para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector industrial, la reutilización y reciclado de materiales y no su incineración. Este enfoque se mantiene en el texto de la Estrategia Española de lucha frente al cambio climático. Dentro de la política comunitaria en materia de residuos, la jerarquía para la gestión es: prevención, reducción, reciclaje, valorización material, y como última opción, la incineración/eliminación. En este orden, y de acuerdo con la reciente postura de la Corte Europea de Justicia, la incineración –con o sin valorización energética– deberá tener la misma consideración que la eliminación, es decir, la última opción en la jerarquía.
La evidencia científica no sugiere ningún umbral por debajo del cual no se prevean efectos adversos a la salud tras la exposición a la contaminación. Aún por debajo de los niveles de calidad de aire considerados como seguros por la legislación ambiental, las partículas se asocian con efectos nocivos sobre la salud, por lo que la OMS recomienda reducir todo lo posible la exposición a las mismas. Es muy grave que se quieran quemar residuos con el grave impacto que supone sus emisiones para la salud.
Conceyu contra la Incineración.