Pablo Iglesias vuelve a pedir la derogación del voto rogado en la Comisión Constitucional que estudia la reforma de la LOREG

Ayer, el colectivo emigrante Marea Granate, que representa a españoles en el exterior de más de 20 países, acudió por primera vez al Congreso para defender los derechos electorales de 2,4 millones de emigrantes españoles. Con la presencia de algunas figuras conocidas del arco parlamentario como Pablo Iglesias, la sesión de la Comisión Constitucional que estudia una posible reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), comenzó con la intervención de la Directora General de españoles en el exterior y de asuntos consulares y migratorios Victoria González-Bueno Catalán de Ocón, la cual admitió que los emigrados españoles perciben el voto rogado como una dificultad para ejercer su derecho de sufragio, lo que contribuye a desincentivar la participación. Por ello, añadió que «sería fenomenal» que los electores pudieran votar por medios telemáticos: «el español se siente muy frustrado en el exterior porque no es capaz de votar y considera que el voto rogado es una de las cosas que dificulta su derecho».

La representante de Exteriores también recordó que la derogación del voto rogado es «una decicisión que le corresponde al Congreso», y estimó que la reforma de la LOREG no es la única causa de la baja participación de los españoles en el exterior, sino que también se debe a los plazos dentro de los cuales se ejerce ese derecho, en su opinión muy breves, ya que la situación de dependencia a los sistemas de correos en los países de residencia, también influye de manera negativa en la participación. De manera excepcional la funcionaria anunció que para las próximas elecciones catalanas los plazos se ampliarían a cinco días en lugar de tres, como establece la legislación.

El candidato a la presidencia por Unidos Podemos Pablo Iglesias recordó, entre otras cuestiones, que en las elecciones generales de 2008, cuando no existía el «voto rogado», la participación fue del 31,88% del censo total de los expatriados. En 2011, la participación en las elecciones ya con el voto rogado puesto en marcha por el PSOE, PP y CIU desciende hasta el 4,95%; en 2015 hasta el 4,73%; y a 6,3% en las últimas elecciones generales de 2016. Así, la principal y gravísima consecuencia del voto rogado es la reducción del derecho al voto en el exterior. Además, según una encuesta de Marea Granate, la principal causa por la que los expatriados no votan es que las papeletas no llegan a tiempo: «nos hemos encontrado con algo escandaloso, impropio de un país de la Unión Europea, y es que gran cantidad de personas reciben la documentación para el voto cuando han concluido las elecciones y ya conocen los resultados electorales», apuntó Iglesias. 

Por su parte, Marea Granate aseguró ayer que las elecciones autonómicas catalanas serán “muy poco garantistas” y registrarán “una participación muy baja” entre la población catalana que vive en el extranjero, una constante que se repite desde la aprobación del voto rogado. Además, en los comicios catalanes hay varios problemas añadidos: las demoras en el envío de papeletas y sobres debido al puente, las impugnaciones registradas en la provincia de Barcelona y, de nuevo, la escasez de recursos y la falta de previsión en los consulados, agravan aún más la carrera de obstáculos para ejercer el derecho a voto.

Ante el mantenimiento de las trabas al voto, Marea Granate se resigna a volver a informar sobre las condiciones de voto en esta convocatoria electoral del 21 de diciembre y exigen «a quienes dicen actuar en pro de la democracia, que la defiendan de verdad y pongan fin al voto rogado».

Enlace al vídeo de la web del Congreso con todas las comparecencias (duración 3 horas, 42 minutos)