Amigos de la Tierra considera que las negociaciones del clima están muy alejadas de la realidad
Ante la finalización de las negociaciones de la COP25 en Madrid, Amigos de la Tierra presenta su valoración sobre los puntos clave de las negociaciones en rueda de prensa. Un panel conformado al completo por expertas de Amigos de la Tierra se ha encargado de exponer el fracaso de la Cumbre del Clima. Así, han denunciado la falta de compromiso con las comunidades más afectadas por la crisis climática y la escasa ambición para reducir las emisiones de carbono.
Una vez más, los países enriquecidos se resisten a transferir recursos económicos y tecnológicos para paliar los daños climáticos ocasionados a las comunidades del Sur Global; los gobiernos y las empresas más contaminantes prefieren apostar por los mecanismos de mercado, como la comercialización de créditos de carbono, en vez de reducir las emisiones y dejar los combustibles fósiles bajo tierra tal y como indica la ciencia. Amigos de la Tierra considera que de nuevo se está silenciando a la sociedad civil, como en Chile, y que los representantes políticos siguen inmersos en su burbuja, totalmente ajenos a la realidad.
Sara Shaw, coordinadora del programa de Justicia Climática y Energía de Amigos de la Tierra Internacional dijo: “Justo cuando llegamos al final de la COP25, vemos como se vacia de contenido el ya de por sí insuficiente Acuerdo de París, principalmente debido al riesgo que suponen los mercados de carbono, que no harán más que exacerbar la crisis climática y provocar graves impactos en las comunidades del Sur. Mientras millones de personas sufren los impactos del cambio climático, las grandes empresas y los gobiernos de los países ricos están destruyendo cualquier posibilidad de mantener la temperatura mundial por debajo de 1,5°C. Y cuando nos manifestamos pacíficamente en la CMNUCC, nos reprimen agresivamente”.
A pesar de la emergencia climática, los países del Norte Global en lugar de dejar los combustibles fósiles en el subsuelo, aprovechan cualquier laguna que encuentran para evitar llevar a cabo acciones efectivas. Los mercados de carbono no reducirán las emisiones, especialmente si se permite la incorporación de una avalancha de bonos de emisiones y el conteo doble de reducciones; por un lado se contabiliza el país que vende y por otro el país que compra. Además, no se están teniendo en cuenta las repercusiones sociales sobre las comunidades locales e indígenas, como el acaparamiento de tierras y las violaciones de derechos humanos.
Las empresas más contaminantes, como Shell, Chevron y BP, con una gran responsabilidad histórica en la crisis climática, están presionando en las negociaciones para conseguir eludir su deuda mientras lavan su imagen en la zona verde de la COP. Un estudio reciente señala que las empresas petroleras y gasísticas tienen la intención de invertir 1.400 millones de dólares para nuevos proyectos extractivos en los próximos cinco años. Los mercados de carbono permiten que esto siga pasando, mientras se sacrifica a las comunidades locales del Sur Global.
Otro de los capítulos básicos, la financiación por pérdidas y daños, se mantiene en un limbo, y por el momento no se establecerá un fondo para cubrir la devastación ocasionada como consecuencia del colapso climático, desde inundaciones, el ascenso del nivel del mar, incendios forestales, huracanes hasta otros eventos climáticos extremos.
En el contexto español, la asociación ecologista reconoce la gran labor, en términos organizativos, del Gobierno, para asegurar en un tiempo récord el correcto funcionamiento de la mayor cita global sobre cambio climático. No obstante, la tibieza de los contenidos del nuevo Green New Deal presentado por la nueva Comisión Europea no han servido para aportar demasiada esperanza en cuanto los compromisos europeos que se presentarán durante los meses previos a Glasgow. El papel de Hungría, Polonia y República Checa, sigue siendo un lastre para aumentar la ambición climática europea, por lo que la organización ecologista reclama al próximo Gobierno que presione para que el conjunto de objetivos europeos sea más ambicioso, a su vez le insta a mejorar sus objetivos en el marco estratégico de clima y energía.
Karin Nansen, Presidenta de Amigos de la Tierra Internacional, de Uruguay, comentó: “La supuesta ‘ambición’ que reivindican los gobiernos y las grandes empresas no tiene nada que ver con la realidad. En todo el mundo, la gente está despertando y seguiremos luchando, desde Madrid hasta Santiago y en todo el planeta. Tenemos la capacidad de cambiar el mundo. Exigimos que nuestros gobiernos rindan cuentas ante la sociedad civil, y dejen de lado los intereses económicos de un puñado de empresas que ponen en riesgo la supervivencia de la humanidad y La Tierra”.
El próximo año la COP26 tendrá lugar en Glasgow, Escocia, y será la cuarta COP consecutiva en suelo europeo. Mary Church, de Amigos de la Tierra Escocia dijo: “El próximo año es indispensable garantizar que las voces de las personas más afectadas sean escuchadas. La alarmante represión de las acciones pacíficas de protesta aquí en Madrid, así como la intimidación policial a las delegadas y delegados del Sur y de grupos vulnerables como las mujeres y los Pueblos Indígenas son un claro indicio y testimonio de la reducción creciente del espacio para la libre expresión y el ejercicio de nuestros derechos. Denunciamos esta situación y exigimos justicia para toda la población”.