Desde el área de Educación de Izquierda Unida pensamos que los docentes están afrontando una situación muy compleja de la mejor manera posible

Valladolid, 15 de abril de 2020. Desde nuestra área pensamos que la evaluación debe estar acorde con lo que se ha trabajado durante los dos primeros trimestres y que el tercero debería servir solamente para reforzar el contenido y las competencias que se han trabajado durante el curso, para afianzar a unos y recuperar a otros.

Como profesionales, nuestros docentes, conocen las situaciones personales del alumnado y garantiza que los equipos servirán para aunar esfuerzos sobre su promoción, en base no solo a contenidos sino a competencias como la de aprender a aprender o competencia digital y con el criterio de que, hoy más que nunca, tenemos que pensar en nuestros alumnos y alumnas, que en las familias más desfavorecidas se dan más dificultades, cuando no se ceban en ellas la brecha digital, que en las zonas rurales con frecuencia no hay suficiente cobertura, y para que, en definitiva, nadie quede atrás ni pierda el curso en este confinamiento.

Queremos, pues, aprovechar para agradecer toda la labor que están desarrollando todos nuestros docentes, telemática y hasta telefónicamente con el alumnado, a pesar de las dificultades debido a las carencias en la recortada formación. Y los animamos a que todas las tareas y ejercicios que tengan que hacer durante estas semanas las hagan en el sentido de afianzamiento y recuperación y, en lo posible, contextualizando las propuestas educativas, es decir, aprovechando lo que el entorno ofrece al alumnado como material del que partir y como fuente de estímulo.

Con respecto a la EBAU, desde IU CyL, seguimos manteniendo que es una prueba innecesaria, y una barrera más para la promoción del alumnado, que ya se ha ido seleccionando curso a curso. Pero, como sigue existiendo y ante estos momentos, vemos necesario que la prueba de la EBAU sea en torno a la materia que se ha dado hasta el 13 de marzo y con los mismos criterios (sin avanzar materia, afianzando y recuperando competencias). Hasta esta fecha se ha trabajado aproximadamente el 80% del tiempo que está destinado el último curso de segundo de bachillerato. Sabemos que los docentes no siguen el mismo orden y, por lo tanto, la materia dada es diferente, así que proponemos que las administraciones hagan un examen flexible y con mayor proporcionalidad. Queremos decir, que puede haber más opciones para que las alumnas y los alumnos puedan, por ejemplo, elegir contestar 8 de 10 de un bloque de preguntas, o que puedan elegir preguntas de varios bloques de una asignatura.

Por último, queremos incidir en dos cuestiones que nos parecen claves en esta situación de la educación suspendida por la pandemia. El principio de equidad nos exige tener en cuenta que el índice de pobreza de nuestra Comunidad está en torno al 22% lo que implica situaciones económico sociales que generan una brecha de aprendizaje porque disminuyen los recursos para el estudio, el apoyo familiar… agravada por la brecha digital, por la imposibilidad de conectarse muchos de nuestros chicos y de nuestras chicas. Y, desde luego, esta brecha no se arregla con la ridícula cantidad de 1000 tarjetas de 60 GB que la Junta de Castilla y León ha puesto para solucionarlo. La Administración tiene que implicarse con los suficientes medios como para que el nivel de investigación, de formación y de recursos aumente para que estemos todos preparados y no sigamos poniendo tiritas a una situación que en el siglo XXI no cabe en una sociedad avanzada como es la nuestra, y menos en este grave momento.

Y queremos reseñar que la formación on-line nunca podrá sustituir a la formación presencial. Nuestras aulas y su entorno son clave esencial para la empatía y la socialización, y para que nuestra sociedad siga avanzando en la creación de más comunidad y de una sociedad más democrática, por ser crítica, participativa, justa y solidaria.