Redacción •  Actualidad •  15/04/2025

La política pesquera de la UE favorece la industrialización del sector

  • Un estudio publicado hoy por Seas At Risk, BUND, Ecologistas en Acción y Sciaena, acerca de la economía política del sector pesquero en Europa, revela que el sistema actual favorece la industrialización y la concentración económica en detrimento de prácticas más respetuosas con el medio ambiente y de una distribución más justa de los recursos marinos.
  • Las organizaciones ecologistas subrayan que los aspectos sociales deben tener mucho más peso para la transición hacia una economía pesquera más justa y sostenible a largo plazo.
  • Para ello, debe reforzarse la implementación de herramientas legislativas ya existentes como el artículo 17 de la Política Pesquera Común.
La política pesquera de la UE favorece la industrialización del sector

15 de abril de 2025.

Desde la última reforma de la Política Pesquera Común (PPC) en 2013, el número de buques pesqueros en la UE ha disminuido, pero los que quedan son, en promedio, más grandes y potentes, lo que revela una tendencia a la industrialización. Esta tendencia también se refleja en el Estado español: entre 2013 y 2021, la flota española ha disminuido un 11 % en número de buques activos y un 20 % en número de pescadores/as a tiempo completo.
Las conclusiones del informe publicado hoy por Seas At Risk, BUND, Ecologistas en Acción y Sciaena también revelan que, del mismo modo, la concentración de poder a través de la propiedad de flotas de buques Múltiples y más grandes, la adquisición de porcentajes significativos de cuota y el control de varias etapas del proceso de transformación y han dejado el sector pesquero en manos de un número reducido de grandes actores.
Un ejemplo de todo ello es el grupo empresarial holandés PP, que muestra la concentración en una sola familia de recursos, flota e influencia en diferentes Estados miembros; y, de hecho, el buque más grande del Estado español es de su propiedad (ver detalles en el informe completo ).

Según muestra el informe, el sector pesquero español también ha mostrado fuertes procesos de integración vertical a lo largo de los años. Ejemplos de estas empresas integradas son Nueva Pescanova, con 54 buques, así como con actividades de acuicultura, procesamiento y comercialización; o el Grupo Pereira, que se dedica a la captura de pescado con 18 buques, y al procesamiento, comercialización y distribución de productos pesqueros.

La flota española es uno de los principales actores de la pesca atunera mundial, debido también a las importantes subvenciones concedidas por la UE a lo largo de los años. Si bien la flota de aguas lejanas solo representa una pequeña parte de la flota española (2,5 %), en 2021 contribuyó con un 56 % del peso vivo de los desembarques. Del mismo modo, los ingresos de capturas están dominados por los segmentos semi-industriales e industriales (48 %) y por la flota de aguas lejanas (45 %).
Mientras, la pesca costera de pequeña escala representa el 7 % de los ingresos y el 3 % de los desembarques. Esta distribución ilustra que el valor relativo de las capturas de la pesca costera de pequeña escala es mayor que en el resto de segmentos de la flota.
Las organizaciones ecologistas señalan que, a pesar de su alta productividad y de su importante contribución a la fuerza laboral, las autoridades pasan por alto el papel vital de la pesca costera de pequeña escala en el sostenimiento de las economías locales y la promoción de la pesca de bajo impacto. “Este descuido se ve agravado por las subvenciones que, debido a la complejidad del papeleo y las exigencias de tiempo, favorecen una vez más a las flotas a gran escala que a menudo sostienen grandes empresas dependientes de subvenciones”, afirman.
El estudio presentado hoy concluye que los aspectos sociales necesitan una consideración mucho mayor para alcanzar el objetivo declarado de la PPC de transición hacia una economía pesquera más justa y sostenible a largo plazo.
Cecilia del Castillo Moro, coordinadora de Pesca de Ecologistas en Acción, ha declarado: «A pesar del uso discursivo constante y estratégico del ‘pescador romántico’ por parte de los partidos políticos, los grandes grupos empresariales siguen siendo los mayores beneficiarios del sector. Cabe destacar, una vez más, que son recursos públicos y deben beneficiarse sobre todo a nuestras comunidades. Además, es clave apostar por el modelo de la cogestión, sistema de gestión pionero en el Estado español (notablemente en Catalunya), dando voz al sector pesquero, científicos/as y conservacionistas para cooperar desde la base en la gestión pesquera”.


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