Redacción •  Actualidad •  15/07/2024

Presentan alegaciones a las plantas fotovoltaicas de Guijo y Calzadilla en Cáceres

  • Estos proyectos se acumulan físicamente en el mismo territorio.
  • Podrían acabar con la extinción del último núcleo de aves esteparias del Valle del Alagón.
  • Compite con los usos tradicionales que los vecinos vienen realizando en la zona.
Presentan alegaciones a las plantas fotovoltaicas de Guijo y Calzadilla en Cáceres

Ecologistas en Acción de Extremadura ha presentado alegaciones al proyecto de planta fotovoltaicas de Calzadilla y Guijo por su posible afección a valores ambientales de importancia, como a la presencia de cigüeña negra, zonas de alimentación de buitre negro y a la última población de avutardas y aves esteparias del valle del Alagón. Así como la afección a los usos tradicionales de la zona.

El proyecto provocaría una disminución más que apreciable en el hábitat de estas especies amenazadas cuya presencia recoge el propio proyecto. En el caso de la avutarda es especialmente grave, puesto que a su grado de amenaza hay que sumar la elevada filopatría que muestra esta especie, provocando un impacto crítico sobre la población reproductora que acabaría por condenar a la extinción local de la última población de avutarda en el Valle del Alagón. También afectaría a la zona de alimentación de numerosas rapaces en peligro que verían desaparecer sus zonas de alimentación.

El proyecto no realiza un análisis real sobre las alternativas, puesto que dan por hecho un macrocomplejo de varias fotovoltaicas unidas por una red eléctrica a una subestación para evacuar la energía fuera de la comunidad extremeña y no ofrecen una alternativa sostenible sobre tejados en las zonas de consumo. Se está realizando una instalación para producir energía que se va consumir a cientos de kilómetros, que es donde se debería producir.

Ecologistas recuerda que el modelo de implantación centralizado de grandes plantas fotovoltaicas no es el modelo que la organización defiende, sino un modelo distribuido y social distribuido equitativamente por el territorio según la demanda de cada zona. Centralizado sobre todo en tejados de los núcleos urbano-industriales. La acumulación de proyectos en determinados pueblos y comarcas son contrarios al desarrollo sostenible, no son más que el mismo modelo de acaparamiento centralista de los recursos energéticos. Casi todos estos proyectos son de grandes empresas que no radican aquí y que lo único que dejan en Extremadura es la licencia de obra, el IBI y poco más.

No es lo mismo el 1% del territorio extremeño ocupado por placas solares en determinadas zonas, que, repartido por los 338 municipios extremeños. Siendo una manera más de acaparamiento de recursos y de convertir estos pueblos en zonas de sacrificio, donde los alcaldes y alcaldesas se prestan por el aumento económico en las arcas municipales. Chocando frontalmente con los recursos de turismo rural local que produce un desarrollo sostenible y endógeno en los pueblos. O con los usos agrarios y ganaderos en muchos de estos pueblos. Aumentando el precio de los alquileres y el de la venta de los terrenos rústicos de forma desorbitada debido a la acumulación de proyectos, creando una burbuja especulativa. Rompiendo, además, la continuidad generacional del traspaso de negocios y oficios en el sector primario.

Extremadura produjo el año pasado 26.647 GWh de energía y demandó 4.761 GWh, es decir, produjo casi 7 veces más de energía de lo que consumió. Una energía y unos beneficios que se exportan fuera de la comunidad.

Por todo esto Ecologistas en Acción de Extremadura ha pedido el archivo de dicho proyecto y una evaluación ambiental negativa que impida que se produzcan daños ambientales irreversibles.


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