PreS.O.S. •  Actualidad •  15/08/2017

Los jóvenes de Altsasu llevan más tiempo en la cárcel que los asesinos del GAL

Los represaliados conocen al poco de entrar presos políticos lo que significa la categoría de “presos terroristas”: Castigos, aislamiento y dispersión.

Los jóvenes de Altsasu llevan más tiempo en la cárcel que los asesinos del GAL
Tras una trifulca de bar con unos guardias civiles en Altsasu (Navarra), el 15 de octubre de 2016, se decretó prisión para 6 de los 8 jóvenes detenidos tras la pelea. Lo llevó a cabo la Audiencia Nacional, esa misma que llevó a los tribunales corrientes o locales varios casos de terrorismo de Estado o de violencia nazi-fascista.

Los seis jóvenes que fueron a prisión son Jokin Unamuno Goikoetxea, Iñaki Abab Olea, Oihan Arnanz Ciordia, Julen Goikoetxea Larraza, Jon Ander Cob Amilibia y Aratz Urrizola Ortigosa. Las otras detenidas, Edurne Martínez Arrese y Ainara Urquijo, quedaron en libertad provisional con comparecencias dos días a la semana y prohibición de salida del territorio “al no haber participado en las agresiones físicas”, según el delirante auto. Otros dos jóvenes presentados en la A.N. también han sido encausados.

De la noche a la mañana, los medios de control de la información, dando impulso a la barbarie judicial, se olvidaron de absoluciones a nazis pillados con armamento de guerra, de corruptos intocables, de agresiones fascistas que han ocasionado muertos y heridos graves y que son tituladas como “enfrentamientos entre jóvenes”, “peleas entre bandas urbanas”, y con la misma cara de cemento e impunidad, quisieron hacer de los jóvenes de Altsasu una especie de comando de ETA ultra violento. Se catalogan los hechos de “Terrorismo”.

Fue tal el escándalo, tales las decenas de concentraciones de repulsa por las detenciones y en solidaridad con los detenidos y encarcelados que ocasionó tan disparatada y fascista actuación, que en vez de recular, los jueces, policías y politicuchos en el poder (con el apoyo necesario de los que van de “izquierdas”) decidieron ejemplarizar dicha brutal represión.

Dejan en prisión a tres de los encausados, engrasan su batallón mediático y el caso se enquista hasta que se celebre el juicio, por lo que parece. En la punta de los despropósitos, la petición fiscal, de 375 años de condena. En casos parecidos de otras peleas de bar, encontronazos… se había venido resolviendo con multas, trabajos sociales o absoluciones.

Pero el fascismo del Estado español necesita de estos escarmientos.

Los represaliados conocen al poco de entrar presos políticos lo que significa la categoría de “presos terroristas”: Castigos, aislamiento y dispersión.

Cárceles a más de 700 kilómetros de viaje de sus casas, al módulo de aislamiento por agradecer en euskera las muestras de apoyo recibidas, primer accidente de tráfico de familiares al ir a visitarles a las cárceles de la dispersión (y 42.500 € gastados y 138.100 km. recorridos), criminalización mediática…

Hoy es el día que, estos jóvenes de Altsasu, llevan en la cárcel, y en situación de presos FIES nueve meses, más tiempo del que estuvieron varios Galosos asesinos entre rejas.

Este es el Estado de derecho en España: Cárcel, castigo y condenas más altas para unos jóvenes por una bronca de bar con unos beneméritos borrachos que por los 27 asesinatos cometidos por los GAL. Y casos como Los 4 de Orereta, Los 10 de Zaragoza… Aviso a navegantes…

Se han llevado a cabo numerosas movilizaciones en denuncia de este caso represivo. Manifestaciones, concentraciones, encarteladas, pintadas… En varias de ellas, nuevos criminalizados, por portar camisetas de solidaridad con los jóvenes secuestrados o difundir su situación. En estos días de numerosas fiestas locales, se ha vuelto a disparar la solidaridad con ellos.

Pues que la solidaridad no pare. Que las denuncias de su situación lleguen a cada rincón del Estado. Y a tener claro que lo que les está sucediendo a dichos jóvenes represaliados, es lo que el Estado pretende para toda la juventud que no se calla, que protesta, que pelea, o que planta cara a la chulería de unos picoletos borrachos “fuera de servicio”.

Libertad jóvenes de Altsasu

Amnistía Total

 


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